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janet.merida@eluniversal.com.mx
“¿Tú me imaginas —dice Juan Pablo Escobar— preguntándole a los de Netflix en dónde vamos a poner el capítulo donde los agentes de la DEA traficaban con Pablo Escobar y otro donde la CIA traficaba con él? Por eso no me contrataron”, responde.
Se refiere a Narcos. Cuando el escritor se enteró que Netflix filmaría esta historia de su padre, buscó a los directivos de la plataforma en EU y les propuso colaborar dando acceso ilimitado al archivo de la familia.
“Esto, para dejar mensaje inequívoco a la sociedad de que esta historia no hay que repetirla”.
La respuesta de la plataforma fue negativa y él la comparte en su libro “Pablo Escobar In Fraganti, lo que mi padre nunca me contó (Planeta 2017), en donde cita lo que le contestaron.
“No nos interesa, ya conocemos la historia, se la compramos a Javier Peña, agente de la DEA en la época de Escobar y él no está dispuesto a trabajar con la familia”.
En entrevista con EL UNIVERSAL, Sebastián Marroquín —como cambió su nombre— lamentó que se hayan quedado con la versión de la DEA y de alguien que no conoció a su padre.
“La serie que crearon es innegablemente exitosísima, mentirosísima, pero exitosísima. Entendieron que glorificando la actividad criminal logran que más personas se sienten en su televisor a ver la serie” pero que dice, omite varios nombres.
“Barry Seal... Nadie sabe quién es en la serie Narcos y nadie sabe quién es en la de El patrón del mal, se les olvió hablar del Pablo Escobar norteamericano, que trabajaba con mi papá y con la CIA, es un detallito que seguro se traspapeló por ahí, y recientemente me parece que Netflix declaró que me habían querido contratar pero la DEA no los dejó”.
Que su padre sea como el “Superman del momento”, señala, hay que agradecerlo a Netflix y a Caracol Televisión. “Hacen crecer a un personaje que hace 24 años murió pero lo ves traficando como ayer... Yo no sé por qué razón están fascinados al extremo con la figura de Pablo Escobar”.