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cesar.huerta@eluniversal.com.mx
Isela Vega tiene un consejo para cuando alguien siente que nadie lo quiere y extraña en la vida.
“Les digo que vayan a la gasolinería ¡ahí siempre echan de menos!”, dice la actriz divertida.
A sus 77 años de edad y con más de 100 películas a cuestas, entre ellas Arráncame la vida y Don Juan 67, Vega es de las caras más conocidas en el cine nacional.
Por ello, el próximo 11 de julio, en el Palacio de Bellas Artes, recibirá el Ariel de Oro, máximo galardón otorgado por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas.
“Es un halago, no cabe duda, y sí ves que te has pasado mas de 100 películas, unas 150, en el set haciendo escenas, secuencias, inventando, estudiando, todo eso, es que te has pasado la mitad de tu vida en la ficción”, señala.
Vega, oriunda de Hermosillo, Sonora, inició en la pantalla grande con Verano violento, de 1960.
Dirigida por Alfonso Corona Blake, compartió elenco con Pedro Armendáriz padre y Guillermo Murray.
En las vitrinas de su hogar ostenta cuatro premios Ariel conseguidos en los últimos 33 años: uno a Mejor Actriz (La viuda negra) y tres en Coactuación (La ley de Herodes, Fuera del cielo y Las horas contigo).
Ahora mismo la actriz se encuentra en plena filmación de la cual no puede dar detalles, por contrato de confidencialidad.
“El reconocimiento es una prueba de que has estado ahí, de que ha servido de algo y es una satisfacción.
“Me acuerdo de una novela donde un hombre se siente mal y cree que no ha hecho nada con su vida y (entonces) empieza a recibir noticias de amistades y termina viendo que su vida sí ha tenido un efecto en otras personas, que ha contribuido y todo eso... ¡no me acuerdo del final porque qué tal si se muere!”, ríe.
Junto a Vega, la directora de arte Lucero Isaac (El castillo de la pureza y La pasión según Berenice) recibirá el Ariel de Oro.
La estatuilla ha sido recibida anteriormente por gente como los cineastas Arturo Ripstein (El lugar sin límites) y Felipe Cazals (Canoa), los actores Silvia Pinal, Ignacio López Tarso y Mario Almada, al igual que la Filmoteca Nacional y el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos.
