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erika.monroy@eluniversal.com.mx
Joan Manuel Serrat aparece y, cual ídolo juvenil, es abordado por sus seguidores.
Sólo que la mayoría de ellos están lejos de la juventud, pero aún así se pen pelean por tener una selfie con el cantautor español.
Serrat pensaba que se tardaría unos días más antes de volver a tener un micrófono en la mano, sin embargo, su presencia en el Teatro Insurgentes requería que sus palabras resonaran en el escenario de la puesta en escena El hombre de la mancha.
Recordó que a finales de los años 60 él vio la primera adaptación de la historia y que con la representación protagonizada por Benny Ibarra sería la cuarta que disfruta.
Bromeó que era un “chingo” para leer la placa que conmemoró las 200 funciones de la obra musical.
Serrat reconoció que su paso por el público más joven no limita su escribir.
“Yo escribo en todo rumbo, no tengo ninguna limitación en cuanto a edad, sexo, color de piel o religión”, expresó cuando se le cuestionó por qué cree que los jóvenes se identifican con su filosofía.
Es común que al poeta se le entreguen premios por parte de las universidades, sobre todo en territorio latino.
“Afortunadamente, la canción se acerca al mundo universitario en este tipo de acontecimientos. Yo estoy muy agradecido desde el primero y hasta el último de los premios que he recibido porque gracias a ellos toda mi carrera musical ha tenido un gran empuje. Los he agradecido siempre y mucho”, dijo durante su breve paso por la alfombra roja.
