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La compañía canadiense de Cirque du Soleil es conocida mundialmente por sus espectaculares actos acrobáticos y también por tener entre su equipo a talento multicultural.
En esta ocasión llega a México con su show Toruk, The first flight, en el que el talento latino está al frente y detrás de escena.
Ellos demuestran con su trabajo que no existe frontera para los artistas hispanoparlantes, siempre que se tenga talento y dedicación, incluso si no se domina el inglés.
Rosita Espinoza, jefa de vestuario del montaje que se presenta este fin de semana en el Palacio de los Deportes es muestra de ello.
Espinoza es originaria de Santiago de Chile y se unió a la compañía canadiense luego de que el circo llegara a su ciudad, en una época en la que ella de inglés no sabía nada.
“La empresa es grande por su multiculturalidad y por su talento. Me uní a ellos sin saber inglés. Me fui con ellos a Estados Unidos, en tres meses aprendí inglés y llevo nueve años aquí”.
Rosita coordina el vestuario de los 40 artistas en escena, quienes lucen 115 cambios y considera que el toque latino está impreso en el montaje basado en la película Avatar de James Cameron.
Christian Sánchez es el otro latino del show, es acróbata y narrador del montaje. El joven de 32 años nació en Nueva York; es hijo de colombianos y es la primera vez que trabaja con el circo. “No es fácil llegar, tardé siete años entre castings y la espera. Aquí se pide darlo todo, sin importar de dónde eres. Es un orgullo ser el único latino”.