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En 2013 Elsa, de la película Frozen, entró en la categoría de las princesas clásicas de la dinastía Disney. Con tan poco tiempo, la reina de la nieve quedó a la altura de nombres como Bella, Ariel o Aurora, de La Bella durmiente.
Para los productores de espectáculos como Diney On Ice la elección de las princesas que aparecerán en el show sobre nieve siempre se basa en lo que los niños siguen consumiendo.
Luego del éxito de Frozen tres años atrás, el furor por los personajes sigue presente, lo cual también implicó un reto para la producción de Pasaporte a la aventura, el nuevo espectáculo sobre hielo que estará en la Arena Ciudad de México a partir del 27 de julio y hasta el 7 de agosto.
“Para el show de Elsa tenemos nieve real, lo que lo hace auténtico y así poder crear el efecto mágico de Elsa”, explica Dawna Oak, directora de vestuario del espectáculo. Oak comentó que una de sus principales tareas y compromisos es poder hacer que los patinadores recreen de la foma más exacta a los personajes de las películas y le den a los asistentes la mejor experiencia.
Por es razón el espectáculo tiene alrededor de 250 trajes y unas mil piezas que están compuestas de joyería, pelucas, listones y demás accesorios que los patinadores han de usar en escena.
Luego de un consenso, los productores dicidieron que las cuatro historias que habrían de contar este año serían las de Frozen, La sirenita, Peter Pan y El Rey León.
Según ellos, el hecho de que sean historias clásicas no significa que no estén frescas en la mente tanto de los niños como de los padres, que los acompañan.
Los organizadores presumen que cada uno de los personajes de Disney tienen la bondad de ser del gusto de los amantes de los cuentos y las historias con final feliz.
Entre los retos del vestuario, además de Elsa, también está el de Ariel, quien siendo una sirena no puede patinar con una cola.
“Para que la cola pueda ser parte del espectáculo y se pueda patinar y que la gente pueda olvidar que tiene dos piernas y disfrutar del personaje tal y como lo recuerda”, comentó Oak.
Cada uno de los intérpretes que participan en este espectáculo es, antes que nada, un atleta, por lo que los encargados de la producción buscan los mejores materiales para que ellos puedan hacer todos los movimientos, acrobacias y estiramientos necesarios.