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Las exigencias para la celebración de la 58 edición del festival Viña del Mar están a la orden del día. Quizás es Maluma quien ha revolucionado la ciudad chilena, pues a donde quiera que va el colombiano hay personas siguiéndolo.
Incluso los vecinos de la casa que se rentó para él, sus padres, tíos y hermana en Bosques de Montenar ya se han quejado de los constantes ruidos de las fans, quienes esperan un saludo.
El cantante confesó que después de su visita al país sudamericano tal vez su cuerpo cambiaría: "¡me van a engordar estos días!", refirió riendo al saber que tendría un chef a su disposición, que se suma a los servicios de una mucama las 24 horas.
Entre sus peticiones también estuvo el tener guardias personales y dos camionetas suburban. Para su camerino en la Quinta Vergara, donde también se desempeña como juez, pidió contar con vinos blanco y tinto, aceitunas, barra de proteínas y chicle sin azúcar.
Su compatriota J. Balvin, que actuará la noche del sábado, incluyó entre sus cosas indispensables un secador de pelo y cepillo, wifi para conectarse a Internet, plancha a vapor, chicles sin azúcar, espumante Moet Ice, agua de coco sin azúcar, manzanas verdes, botellas de 16OZ no carbonatada (al tiempo), galletas de arroz inflado y queso de cabra.
Los argentinos que pisaron el escenario el lunes tuvieron sus solicitudes especiales, quizá las más cuidadas para Flavio Cianciarulo, de Los Fabulosos Cadillacs, ya que al ser vegetariano pidió comida especial y un costurero siempre a su disposición.
Los integrantes de la agrupación viajaron con algunos de sus hijos así que pidieron ocupar camerinos distintos con luz tenue y libres de humo. En ellos pidieron tener: agua dosificada, 18 toallas blancas, whisky Jack Daniels, vino tinto, fernet, M&M, gaseosas y bebidas energéticas, agua destilada, té negro, café, avellana, zanahoria, diferentes variedades de té, miel y ensaladas.
En tanto, Los Auténticos Decadentes fueron más simples y manifestaron que mientras que no les faltara gatorade, vino tinto, champagne, sándwich y bebidas energéticas todo estaría bien.
Los mexicanos tienen una presencia fuerte este año en el festival y como para algunos de ellos presentarse en Viña del Mar es un sueño cumplido, se hicieron acompañar de sus familias. Es el caso de Río Roma, que viajaron con su madre y hermanos, así que buscaron una casa para instalarse toda la semana, ya que José Luis y Raúl también son parte del jurado. Dentro de su camerino sólo pidieron té de jengibre, frutos deshidratados, jicama y vasos rojos.
Sin Bandera fue específico en números y medidas. Además de dos suburban sin ningún tipo de publicidad, quisieron que sus dos camarines fueran exactamente iguales, con medidas de 6x4 metros, y que en su interior tuvieran 4 sillones, 2 botes de basura, 10 sillas, 1 baño, 1 espejo y 5 toallas.
Mario Domm y Pablo Hurtado, de Camila, pidieron también tener su camioneta, pero también hidratarse en la Quinta Vergara con bebidas, Red Bull, miel, pizzas hawaianas, una botella de Jack Daniels, frutas y dulces.
La de casa, mitad chilena y mitad mexicana, Mon Laferte es una de las artistas confirmadas para el sábado. Simple como es, pidió una jarra eléctrica, jengibre y ensaladas verdes.
Uno de los actos que más se planeó fue el de la española Isabel Pantoja en la jornada del miércoles, pues al subir junto a casi cien músicos a escena se convirtió en el espectáculo más grande que se ha tenido.
Pantoja viajó a Viña del Mar acompañada de su hija y otras 97 personas, de los cuales 60 son músicos chilenos y 35 son parte de su staff. Estará 6 días y dos de ellos en la ciudad de Santiago, por lo que previó le proporcionaran una camioneta suburban y en el camerino el día del show fruta fresca, miel, leche y café.
Otra de las extranjeras es Olivia Newton – John, quién llenará de clásicos la noche del jueves 23 de febrero. Ella viajó solamente junto a su marido para una estancia de cuatro días sin muchas exigencias más que manzanas y té.