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Hace un año Sabo Romo decía que el concepto Rock en tu idioma regresaría para complacer a los nostálgicos ochenteros, y que el destino del proyecto era incierto.
A 12 meses de esas declaraciones, el público mexicano ha respondido con un lleno casi total en el Auditorio Nacional y ha demostrado que estos roqueros han llegado para continuar su legado.
Rock en tu Idioma Sinfónico fue el concepto bajo el que casi 10 mil personas se reunieron en el coloso de Reforma para revivir la niñez o la adolescencia.
Durante más de dos horas, los clásicos temas del llamado rock nacional fueron sacados baúl para darles nueva vida gracias a los arreglos que se les hicieron y a la Orquesta de Camerata Metropolitana, dirigida por el maestro Felipe Pérez integrada por 25 músicos.
Sabo, mente maestra detrás de este proyecto, fungió como maestro de ceremonia y a su particular manera presentó en el escenario a los distintos involucrados en darle forma al rock en nuestro país.
De esta forma diversos músicos de esta oleada, como Leoncio Lara de Los Enemigos del Silencio, interpretó junto a Romo temas como “Parecemos monitos”, la cual ocasionó aplausos desmedidos.
Por su parte Piro Pendas, de la agrupación Ritmo Peligroso, contagió al público de su energía e invitó a que todos bailaran al ritmo de “Déjala tranquila”.
Conforme pasó la noche la emoción subió y con ellos los recuerdos y la emoción se reflejó en los miles de rostros del público, quienes no dejaron de entonar temas como “Yo te vi en un tren” interpretada por su creador, Marciano Cantero de Enanitos verdes.
Al show también se sumó Rostros Ocultos, que además de agradecer al público el apoyo que han brindado a Rock en tu idioma interpretó entre otras canciones “El último adiós”.
Aunque los Caifanes no estuvieron reunidos en su totalidad, Sabo Romo no tuvo reparo en interpretar “Mátenme porque me muero”, algo que los fans agradecieron, llegando a ser este tema uno de los más aclamados de la noche.
La noche no podía estar completa sin la participación de Fobia y para la ocasión Leonardo de Lozanne entonó “El diablo” y “Kumbala”, de La maldita vecindad.
