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Para este año la edición número 57 del Festival Viña del Mar innova en su escenografía, pues el techo tendrá la posibilidad de transformarse en pocos segundos con sus motores tecnológicos de última generación.
A través de mil 200 metros cuadrados de pantalla en un escenario de 180 grados se integrarán las exigencias de las redes sociales para crear una interacción por primera vez de forma evidente. “No es la Quinta Vergara romántica de los 80, eran sólo dos canales de tv y era muy sencillo el espectáculo”, explicó Rafael Araneda, presentador por seis años consecutivos.
Su compañera, quien estará presentándose por tercera vez, lo complementa: “Hoy el público aprecia espectáculos desde distintas plataformas como con el teléfono móvil y todos creen que saben más que el humorista, el iluminador, el director y nosotros debemos neutralizar las opiniones”.
