Más Información
Sheinbaum supervisa avances de la Línea 4 del Tren Ligero en Guadalajara; “siempre será bienvenida a Jalisco”: Lemus
ONG obsequia implantes anticonceptivos a mujeres migrantes; buscan dar acceso a servicios de salud sexual
Sheinbaum se reúne con Lemus; “trabajar al estilo jalisco es en coordinación con la federación”, expresa gobernador
espectaculos@eluniversal.com.mx
En los albores de los años 80, con Miguel de la Madrid en la presidencia de la República, el programa Cotorreando la noticia que encabezaba el comediante Héctor Lechuga salió del aire por recomendación política.
“Oiga, Chucho (Salinas, el coanfitrión), ¿por qué no descansan usted y Héctor una temporada para que entiendan la política del presidente Miguel de la Madrid ?, dijo el entonces secretario de Gobernación.
El descanso, refiere el libro Apuntes para una historia de la televisión mexicana que recoge la anécdota contada por el mismo Salinas, se prolongó todo el sexenio.
Años antes, Lechuga, quien falleció ayer de un infarto a los 90 años de edad, había sido respetado por el mandatario José López Portillo, quien durante la inauguración de los estudios de transmisión del programa en el entonces Canal 13, le cortó la corbata al actor de manera simbólica.
Héctor pasó de ser uno de los más reconocidos comediantes mexicanos por el programa Ensalada de locos, a un personaje incómodo.
En aquel programa, junto con Manuel Loco Valdés y Alejandro Suárez, hacía sketches familiares, desde la famosa frase “pellizquito de pulguita” en su papel de una hermana Mibanco (una solterona) hasta pegarle en escena varias veces a Chabelo.
“¡Disneylandia es para niños bobos!”, le dice en una rutina donde “El amigo de todos los niños” le pide un boleto de avión para ese parque.
¿La respuesta de Chabelo? Una gran mordida en el cachete, que se adivina cierta por la cara de Héctor.
En 2003, en una entrevista con EL UNIVERSAL, el veracruzano lamentó que la comicidad se mercantilizara.
“Creo que aquí está el peligro, porque pierde esencia, elocuencia y vigencia, características que atraen a la gente, sobre todo cuando el cómico o comediante es natural, como el joven Omar Chaparro”, dijo esa vez.
Lechuga se retiró de la vida pública a raíz de la enfermedad de Alzheimer que padecía.
El Loco relata en entrevista que lo vio hace tres meses, cuando coincidieron en las oficinas de la Asociación Nacional de Actores (ANDA).
“Pero ya estaba muy malito, no reconocía a nadie por la enfermedad ésta, yo le hablaba y le cantaba pero ya no reconocía a la gente”, comenta.
Hasta la noche de ayer, Alejandro Suárez, compañero de trabajo de Lechuga, no quiso responder a las llamadas de este diario.
Su más reciente aparición en la pantalla chica nacional fue en el segmento nocturno Barriendo la noticia, encarnando a un hombre de intendencia comentando la política del momento.
Esperaba estreno. La última película que hizo, Princesas, se estrenaría a fines de este año. En la historia dirigida por Oscar Blancarte y filmada en 2015, el histrión dio vida a un doctor que gustaba jugar con dos amigas (Evangelina Elizondo y Martha Navarro).
“Es una actuación especial, pero simpática, ya que es un doctor que está más para que lo curen, que para que él atienda”, cuenta el cineasta.
“Ya por la edad, su hijo, que aparece en la película como enfermero, le ayudaba a recordar los diálogos que no son muchos, aunque siempre le dejé que improvisara con frases de él como chúpale pichón”.
Peluquero de señoras y Masajistas de señoras forman parte de la filmografía de Lechuga, trabajando al lado de actores como Julio Alemán, Joaquín Cordero y Gaspar Henaine Capulina.
“Era muy divertido en el set”, comenta Fernando Luján, con quien trabajó en Agente 00 Sexy.