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Envidia y drogas. Ésas serían las dos razones que motivaron a Elizaveta Dubrovina a asesinar brutal y despiadadamente a Stefania, su hermana menor, en un caso que ha remecido a Rusia.
El cuerpo de la joven de 17 años fue encontrado en un departamento el 24 de febrero pasado, con más de 140 heridas de arma blanca y varias partes mutiladas.
Según declaró una amiga de la fallecida, la noche previa a ser encontrada muerta, Stefania se reuniría con un hombre que no ha sido identificado. "Este hombre organizaba sesiones de fotos para Stefania. Ella lo había visitado también la semana anterior", dijo.
La joven trabajaba como modelo de desnudos, pero sus conocidos han descartado que haya participado en películas pornográficas y menos que haya sido una escort.
"Stefania nunca estuvo involucrada en esas cosas (...) Ella sólo quería darle un impulso a su carrera", declaró Stas Baretsky, una showoman de San Petersburgo, al periódico local Komsomolskaya Pravda.
La policía presume que el encuentro con el hombre, donde también estaba presente su hermana, terminó en una gran juerga y que alrededor de la medianoche, el sujeto salió a comprar alcohol, momento que Elizaveta aprovechó para atacar a Stefania.
Según cercanos a las hermanas, Elizaveta recibió tratamiento en un centro psiquiátrico, y sentía fuertes celos y una gran envidia por su hermana. Por esta razón, imitaba sus looks, cortes de pelo y maquillaje.
De acuerdo a lo informado por la prensa rusa, ambas hermanas eran huérfanas. "Estas pobres niñas no son culpables de su niñez espantosa e infeliz vida, que desafortunadamente terminó para Stefania", declaró Ekaterina Dubrovina, tía de las jóvenes.
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