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cesar.huerta@eluniversal.com.mx
A sus 70 años, Diana Bracho sabe prácticamente de la nulidad de personajes en cine para gente de su edad, pero no le da amargura.
Sabe que un actor siempre es elección de los directores, como a ella misma le pasó a mediados de la década de los 70, cuando se enteró por casualidad que había sido sacada del proyecto Foxtrot, de Arturo Ripstein, sin comunicación oficial.
En aquellos años vivía en Inglaterra, pero siempre se mantuvo en contacto con la producción, donde le aseguraban que no había fecha de inicio.
Cuando llegó a México, se enteró que cuatro días después arrancaría el rodaje, con otra actriz.
La más reciente película que hizo fue en 2012, Mi universo en minúsculas, donde tiene una aparición pequeña.
“Quiero hacer más cine, hace mucho que no hago, pero no hay proyectos con personajes de mi edad, de mi perfil, es difícil, pero en algún momento sé que me va a venir mi oportunidad”, dice.
“No me provoca amargura, ninguna, no me produce enojo, yo siempre he defendido el derecho de un director de elegir a sus actores aunque no sea yo, como ya lo he vivido, soy respetuosa del derecho de un autor; creo que las cosas se van dando y cuando pueda ser, se hará”, subraya.
Bracho es una de las figuras emblemáticas en la historia del cine mexicano. Su filmografía incluye los títulos El castillo de la pureza, Las poquianchis y Actas de Marusia.
El año pasado rodó el cortometraje María Bonita, donde encarnó a la reconocida actriz María Félix, La Doña.
Hasta ahora, dice la actriz, no ha visto la historia final dirigida por Amanda de la Rosa.
“Me divertí como enana, aunque no quería hacerla al principio, fue amiga íntima de mi papá (el realizador Julio Bracho, La sombra del caudillo), iba a casa cuando era niña y me cayó gorda, era una personalidad que nunca me atrajo, de verdad, incluso su belleza se me hacía demasiado barroca”, revela,
“Pero cuando me llamó la directora y comencé a ver todas las entrevistas (a la actriz de Río escondido), a empaparme, y comencé a hablar, a moverme como ella y fue divertido”, abunda.
Actualmente se encuentra participando en grabaciones de la teleserie Hotel de los secretos, donde señala divertida, prácticamente está las 24 horas del día.
Bracho fue madrina, la noche del viernes, del reestreno de La anarquista en el Foro Lucerna, puesta en escena protagonizada por Lisa Owen y Marina de Tavira con texto de David Mamet y dirección de Enrique Singer.