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cristina.pineda@eluniversal.com.mx
Al conocerse la trama de la actriz Kate del Castillo y el narcotraficante Joaquín Guzmán Loera, es obvio pensar en que Kate se apropió de su personaje de Teresa Mendoza en La Reina del Sur para interpretarlo en la vida real.
La especialista en imagen, Aída Cantú, lo explica: “Es un producto de venta. Su carta en 2012 (en la que le pide a El Chapo traficar con el bien) tiene la vía de reclamar sobre lo que no creía en el país y generó revuelo pero también está el Síndrome de Estocolmo que no únicamente se presenta cuando eres secuestrado sino que puede ser acerca de personajes que generan violencia o les tienes miedo”.
“Yo creo que ella rompe la línea, habrá que ver el contexto completo de los chats, (esperar el juicio) en la parte comercial sobre a dónde pueden llegar las consecuencias porque ya que estás adentro piensas que no te va a pasar nada, como en la serie”.
En una entrevista al periódico El País, de España, Arturo Pérez-Reverte afirmó que fue testigo que el papel que hizo Kate en la novela fue tan importante en su vida que lo asumió.
“Es tan buena actriz que hizo un trabajo de integración del personaje tan intenso que nadie puede salir sicológicamente indemne de ese ejercicio. Aunque es una actriz y una mujer civilizada e inteligente, tras esos 70 episodios rodados en la telenovela jamás podrá ver al narco desde fuera. No es que se haya convertido en narca, pero el personaje de Teresa ya forma parte de la personalidad de Kate”.
EL UNIVERSAL consultó la opinión de Walter Doehner, director de la teleserie de Telemundo que se transmitió en 2011, pero al escuchar el nombre de Kate del Castillo desde este lado del teléfono, el cineasta se rehusó a hablar.
“Ahí si no sé qué decirte, no tengo idea porque es un camino que no conozco y preferiría no contestar al respecto ni nada de ella (Kate)”, respondió sin titubear.
En sus zapatos. Tiaré Scanda opina que El Chapo Guzmán no es el enemigo número uno de México. “El enemigo de México es la desigualdad”, dijo y afirmó que tratándose de sus colegas Sean Penn y Kate del Castillo puede comprender el interés que los motivó para buscar y entrevistar a este personaje. “Los actores somos curiosos por naturaleza y nuestro trabajo no es juzgar sino tratar de entender la complejidad del ser humano; todo el mundo tiene el derecho de preguntar a quien quiera, lo que quiera”. Cuando veía en las patrullas las fotos de El Chapo pensaba: ‘si yo fuera a comer a una fonda y me lo encontrara, ¿denunciaría?’ ¡Qué falta hace que las instituciones nos generen confianza!”.
La diputada del PRI, Carmen Salinas, en su papel de delegada de los Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, no dudó en pedir por la actriz con quien compartió créditos en las películas Reclusorio (1997) y La Misma Luna (2007).
“Empecé a pedirle a Dios por ella porque es mi amiga y la quiero, le pedí a la gente de Derechos Humanos que la apoye. Me merece todo el respeto del mundo; el que nada debe nada teme, que venga y declare”.
Alejandro Camacho también expresó su punto de vista pues él como productor sabe que lo que se busca son a las personas y temáticas cercanas a los hechos de interés. Quien trabajara con Del Castillo en Muchachitas (1991) e Imperio de Cristal (1994) la defendió al hacer la observación que hacía un trabajo profesional como investigadora.
“Yo creo que la señorita Kate del Castillo está en todo su derecho de entrevistarse o adquirir dinero de quien quiera, de quien pueda”, aseguró mientras que su compañero en la obra de teatro Las Criadas, Mauricio Islas, la defendió al referirse a la entrevista que hicieron Penn y Kate a Guzmán Loera. “Creo que ninguno de ustedes (periodistas) hubieran dicho que no a una exclusiva de esta índole y más si lo que buscas es la veracidad o si quieres producir una película. Kate tiene todo mi apoyo como mujer por haber tenido los pantalones de haberlo hecho”.