Más Información
Sheinbaum se posiciona sobre iniciativa que busca regular contenido de influencers; “Yo creo en la libertad de expresión", dice
Pedro Haces justifica uso de helicóptero privado de Ricardo Monreal; “quien trabaja anda en cielo, mar y tierra”, dice
Sheinbaum recibe en Palacio Nacional a legisladores de Morena y aliados; “voy a darles un aplauso por todo su trabajo”, dice
Fernández Noroña lamenta declaraciones de Ken Salazar; "un día dice una cosa y al otro dice otra", señala
En una desordenada sala trasera de un restaurante en Manhattan, Kristen Stewart motiva sarcásticamente al director francés Olivier Assayas para que se deje fotografiar. “Estás en Estados Unidos. Tenemos que vender esta película”, bromea.
Stewart, veterana de las películas de gran presupuesto a sus 26 años, está muy familiarizada con las exigencias de la promoción. Pero con Assayas se ha visto librada de esas preocupaciones. Ella y el director han creado un lazo inesperado pero formidable que los ha llevado a dos películas aclamadas, las dos rodadas en Europa, muy lejos de los terrenos de Hollywood.
Son una dupla rara: ella es una estrella rebelde de Los Ángeles, que se ha convertido en una de las más emocionantes y arriesgadas actrices. Él es un parisino modesto cuyas cintas intelectuales van entre realidad y la ficción.
¿Qué les hace compaginar? Ríen como respuesta. “No estoy seguro”, dijo Assayas. Stewart afirma: “Esa es la principal pregunta”, dijo. “No sé, nos caemos bien”.
Su más reciente película, Personal Shopper, también está llena de misterio. Es una historia fantasmal, situada en el mundo contemporáneo lleno de mensajes de texto y Google.
En la película, que se estrenó el viernes en EU, Stewart interpreta a una melliza cuyo hermano ha muerto. De día trabaja haciendo compras para una famosa en París, pero también es medium y una serie de encuentros extraños le hacen pensar que un espíritu (¿su hermano?) la está contactando.
Personal Shopper llega tras Nubes de María, una película igualmente enigmática en la que Stewart interpretó a la asistente de Juliette Binoche, quien a su vez da vida a una actriz enfrentada al implacable paso del tiempo.
Este personaje le valió a Stewart un César, convirtiéndose en la primera estadounidense en ganar ese equivalente francés al Oscar.
Al adentrarse en personajes que viven fuera de los reflectores, y en películas alejadas de las convenciones de Hollywood, Stewart ha logrado ser más auténticamente ella en pantalla.
“Es un hecho que una película como Personal Shopper sucede por Kristen”, dijo Assayas. “La manera en la que funcionamos me permite tratar, eventualmente, cosas más atrevidas, de alguna manera me protege”.