Más Información
cesar.huerta@eluniversal.com.mx
Cinemex, la segunda cadena exhibidora más grande de México, no considera por ahora convertirse en distribuidor de películas nacionales, pero sí en una figura que funcione bajo el concepto de “apoyador”.
Francisco Eguren, director de programación de la compañía, señala que ya tiene en cartera El ocaso del cazador, protagonizada por Hugo Stiglitz y que fue también la última donde participó el recientemente desaparecido Mario Almada, para su estreno.
La cinta basada en un hecho real que involucró a un ranchero y narcos en una batalla que duró horas, será estrenada a fines de año. “Estamos abiertos a propuestas”, dice el ejecutivo.
“Stiglitz tiene una película que quiere sacar y no ha podido, así que le vamos a ayudar, se vuelve una punta de lanza para ver si el día de mañana, lejos de ser distribuidor, nos volvemos apoyadores de este cine que le cuesta trabajo llegar a pantallas.
“Pero no queremos distribuir per se, porque sólo sería esto para nuestras salas”, explica el ejecutivo.
De acuerdo con la actual distribución del peso en taquilla, el exhibidor se queda con 50 centavos por cada uno que entra, el 30% va para el distribuidor y el resto se reparte entre los productores.
La película de Stiglitz, comenta Eguren, tendrá mejores porcentajes, aunque mínimos.
“Pero está utilizando toda la máquina interna de Cinemex, estamos viendo materiales, viendo DCP (que contiene el filme)”, subraya.
“Si este año se atrasa, la mandaremos al primer trimestre del próximo año, estamos definiendo un circuito de 50 pantallas y la intención es darle una corrida que pueda generar ingresos para los gastos”, apunta.
Reabrirán Palacio Chino. Dos meses después de haber sido cerrado, el Cinemex Palacio Chino será reabierto luego de ser remodelado, aunque sin fecha definitiva.
Eguren dice que aún se revisan cosas al respecto. El complejo ubicado en la colonia Centro de la Ciudad de México, había sido atacado semanas antes de su cierre por vendedores ilegales de boletos que se colocaban en calle y perseguían a los clientes hasta en el lobby del inmueble.
El costo en que los ofrecían era casi la mitad del precio normal.
