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Gael García Bernal fue premiado este sábado en el festival de cine de San Sebastián (España) por su trayectoria como figura destacada del cine latinoamericano. El actor, director y productor recibió el galardón en la gala de presentación de la película Neruda, del director chileno Pablo Larraín, con la que acude al certamen, y leyó un discurso muy político centrado en los males de Latinoamérica.
En una de las ediciones con más invitados glamurosos de los últimos años (Ethan Hawke, Sigourney Weaver, Ewan McGregor, Javier Bardem, Richard Gere, Joseph Gordon-Levitt, Hugh Grant o Isabelle Huppert), García Bernal fue recibido en San Sebastián con honores de estrella. A lo largo de la tarde dio dos ruedas de prensa (una en solitario y otra con el equipo de Neruda) y posó para los fotógrafos junto al mar Cantábrico.
García Bernal recibió el premio en el teatro Victoria Eugenia. Antes, se proyectaron imágenes de su trayectoria y Pablo Larraín presentó al actor con la pregunta "¿Qué tiene Gael?", al que definió como "un actor de cine potente, político, complicado, comprometido”. Para responder a su propia pregunta, Larraín parafraseó al subcomandante Marcos: "Gael ha venido al mundo a traernos un problema y a invitarnos a cargarnos con él".
El intérprete leyó un discurso cargado de intenciones políticas y que fue despedido con una ovación de casi un minuto. García Bernal comenzó recordando las grandes inspiraciones de su vida. Arrancando con las tardes futboleras de las calles de su infancia en Guadalajara y sus escapadas a la cinemateca nacional, Bernal citó Coyoacán. Michoacán, Sinaloa y como, a través de México llegó "al descubrimiento propio de Latinoamérica".
Tras recorrer su país, Bernal terminó con una llamada al continente entero: "En América estamos viviendo momentos convulsos, como el mundo entero" presididos por "la falta de justicia social, la corrupción rampante, la impunidad". El intérprete cerró su alocución con una reivindicación ecologista contra la destrucción de la Tierra y el poema "América, no invoco tu nombre en vano" de Pablo Neruda.
En un encuentro previo a la entrega del galardón, denominado Jaeger-LeCoultre al Cine Latino, como la marca de relojes de lujo que lo patrocina, la prensa internacional destacó que García Bernal haya puesto su imagen al servicio "de algunos de los proyectos cinematográficos más interesantes de Latinoamérica". Bernal repasó cuáles han sido los momentos más destacados de su carrera.
El intérprete aseguró que no fue hasta que se estrenó su tercera película que contempló como una posibilidad real el vivir de la actuación. "Hasta ese momento, para mí el cine había sido una aventura", dijo. Y dentro de esa aventura, "en el mapa tiene un lugar especial San Sebastián", aseguró: allí presentó la película Amores perros, que dio vuelo internacional a su carrera sirviéndose de la proyección del festival, de los más importantes del calendario europeo.
Dentro del mismo espíritu nostálgico, García Bernal recordó sus proyectos nacidos de "impulsos jóvenes y contestatarios", como Ambulantes, el festival de documentales itinerante que creó en México con la intención de acercar al público y a los creadores a un género barato y "contribuir a eliminar el discurso único".
"Se nos ocurrió con 22 o 23 años y llegamos con patanería a pedir los recursos. De las 10 ideas que teníamos por esa época, fue la única que funcionó", dijo.
Bernal analizó el momento del cine en México y América Latina, del que dijo sentirse orgulloso. Avisó de las restricciones que impone el mercado estadounidense para importar películas y pidió mayores esfuerzos en política cultural para que las cintas circulen entre los países hispanoablantes. Pese a esas dificultades, celebró el buen momento, de gran fuerza creativa y con un relativo éxito comercial impulsado por proyectos personales y las nuevas tecnologías que abarataron los rodajes. También destacó el papel de la camaradería entre los creadores mexicanos, que ha propiciado muchas interacciones positivas para el sector. "Entre Iñárritu, Cuaron, el Gordo del Toro... hay una sensación de cofradía que hemos querido mantener".
Tras la entrega del premio se proyectó la película Neruda en la sección Perlas del festival, dedicada a lo mejor que ha pasado por otros grandes festivales internacionales. La cinta de Pablo Larraín, con quien Bernal ya trabajó en No, es una recreación poética de la etapa de clandestinidad del poeta chileno, a partir de que en 1948 el Partido Comunista fuera prohibido en su país.
"Es una película en la que Neruda diseña su leyenda, y el policía que lo persigue comprende el sentido de su vida a través del propio Neruda", explicó el director. García Bernal interpreta a ese agente, Óscar Peluchonneu, obsesionado con encontrar al literato más famoso del país.
sc