Podría decirse que Naomi Kawase, la realizadora japonesa ganadora en Cannes y una de las más reconocidas en el orbe, hizo cine sin saber lo que hacía.
Esta tarde, en una conferencia magistral previa a su homenaje dentro del festival de cine que se desarrolla en esta ciudad, la realizadora de Still the water y Suzaku sorprendió a todos.
“Era soporte de un maestro y todos los alumnos decían que querían hacer cine como Tarantino (Quentin, Bastardos sin gloria) y yo no sabía quién era, todo mundo de Kurosawa (Akira, Los siete samurai) y yo no sabía, yo sólo hacía lo que hacía como un medio de expresión”, indicó.
“De repente me dieron una cámara y me enseñaron a enfocar y con eso y aprender a mover el gatillo, escuchar correr la cinta, era como si estuvieras grabando el tiempo y eso hizo clavarme en el cine”, apuntó.
Recordó que tras ganar premios internacionales, ella, una humilde mujer de Nara, sólo deseaba que en lugar de recibir flores, le dieran dinero.
“Era pobre y me mandaban premios y las flores me gustan mucho, pero entre mí decía por qué no mejor mandan arroz, ¡era tan pobre!”, reflexionó.
La plática fue realizada luego de su aparición en el concurso documental universitario Identidad y Pertenencia, donde se mostraron trabajos estudiantiles que buscan refrendar los lugares que habitan, sacando personajes reales del anonimato.
En el intermedio dio inicio el Rally Universitario que consiste en realizar un cortometraje en su totalidad a lo largo de 48 horas.
Kristyan Ferrer (Guten tag Ramon) y Diana Lein (Fear the walking dead) forman parte del elenco de los equipos, que deben entregar los materiales para su exhibición en la Alhóndiga de Granaditas, la noche del viernes.
cvtp