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La anécdota es ampliamente conocida. En 1965 una madre alarmada envía a sus hijos con los vecinos para avisarles que en la televisión estaba saliendo un hombre negro.

Su nombre, Bill Cosby.

Cosby, quien en ese momento y durante algunos años protagonizó la serie I spy producida por la NBC, se convirtió en el primer negro en liderar un show en cadena nacional y horario estelar.

Medio siglo después la televisión estadounidense parece que le ha dado a los actores afroamericanos lo que el cine en apariencia les niega: reconocimiento, buenos salarios y exposición.

A finales de 1999 las cadenas ABC, NBC y Fox tenían elencos en horario estelar que eran 86% blancos. Es una época en la que el censo registró que la población blanca no latina era de 71.9%. En 2014, cuando esa población era estimada en 62.6%, la tendencia era la misma: los personajes bancos en la CBS ocupaban en la CBS 79.2%, en la ABC 72.7%, y en Fox 60%.

El Buró de Censo de EU ha señalado que 13.2% de la población estadounidense es negra. Los negros constituían 15% de los elencos en los programas de otoño en ABC y NBC.

“Tratamos de asegurarnos de que las cifras reflejen nuestra sociedad. Le prestamos un servicio a la gente a la que le transmitimos”, señaló en una ocasión Karen Horne, vicepresidenta de desarrollo de talento en programación e inclusión de NBC.

Por su parte Dana Walden, presidenta y directora general de Fox Television Group, destacó que cada vez más en la tv lo que menos importa es la raza a la hora de dar papeles en las series.

“Cuando se anunció que Nicole Beharie, quien es negra, fue elegida como la protagonista de Sleepy Hollow, nadie enfatizó su raza. Para mí eso representa un salto cuántico de cómo veía a la industria cuando yo era una joven ejecutiva”, dijo Walden.

Estrellas de pantalla chica. En cine Lee Daniels se ha encargado de producir y en ocasiones dirigir largometrajes que apelan por problemáticas afroamericanas. Ahí están los ejemplos de Precious y El mayordomo de la Casa Blanca, por citar algunos.

Pero ha sido en la televisión donde ha logrado marcar una diferencia. Su actual show, Empire, protagonizado por un elenco 90% negro es uno de los cinco más vistos en Estados Unidos y ha logrado darle a sus protagonistas, Terrence Howard y Taraji P. Henson, la fama, reconocimiento y dinero que el celuloide no les dio.

Shonda Rhimes es quizá la productora más poderosa de tv en EU, tan sólo la cadena ABC le ha dado desde hace mas de 10 años su horario estelar para entregar trabajos como Greys Anatomy y más recientemente Scandal y How to Get Away With Murder.

Estos dos últimos trabajos además son protagonizados por mujeres negras, y ha convertido a Kerry Washington y Viola Davis en dos de las actrices mejor pagadas de la pantalla chica.

“Recuerdo que cuando era una niña y veía la televisión lo primero en que pensaba era en por qué la tv no se veía como el mundo en el que vivo, por qué en esas series de los 60 y 70 no existían personas negras, gordas, viejas, gays o parejas de todas las razas. Eso no tenía sentido para mí, es por ello que cada vez que pienso en hacer un nuevo programa busco que luzca real, como sucede en la calle”, señaló Rhimes.

La productora y guionista ha señalado que para que haya mayor diversidad frente a la pantalla, tambien tiene que existir detrás de ella, lo cual hasta hace cinco años no era posible, pues de acuerdo con un reporte del Centro Ralph J. Bunche para Estudios Afroestadounidenses, entre 2011 y 2012 los equipos de guionistas de programas eran al menos 90% blancos.

Esa es una tendencia que ahora comienza a revertirse.

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