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cesar.huerta@eluniversal.com.mx
Él mismo, recuerda, fue quien le pidió trabajo al realizador mexicano Michel Franco, en ese mayo de 2012 tan pronto acabó el Festival de Cine de Cannes.
Tim Roth estaba impactado con Después de Lucía, cinta ganadora en esa edición, y se la sabía de memoria.
“Michel se me hizo una persona interesante con cosas que contar y tenía que estar con él”, subraya el actor de Perros de reserva y El increíble Hulk.
Pasó más de un año para que ambos trabajaran juntos. Michel le escribió Chronic, cinta donde el británico encarnaría a un enfermero responsable de pacientes terminales.
Pero el mexicano también le enseñó 600 millas, en donde, si aceptaba, haría de un agente estadounidense secuestrado por un joven nacional traficante de armas. Lo convenció.
Esta última, dirigida por Gabriel Ripstein y ganadora en Berlín como Ópera Prima, estrena hoy en salas.
“¡Para mí México es trabajo y por ello cruzo la frontera, para poder tenerlo”, bromea Roth.
“Fue mi primera experiencia de trabajo con esta nueva ola de cine mexicano y un tema del que no sabía nada, el tráfico de armas de un lado a otro en la frontera”, establece.
En ella avivaba a su compañero de elenco, Kristyan Ferrer (Guten tag Ramon), a golpearlo fuerte y atara la boca con cinta, lo más duro posible.
“¿Que Gabriel (el director) me tenía miedo? (risas), bueno, puede ser, era darle nalgada y ya”, sonríe Roth “pero logró un gran trabajo”.
No es el único. La llegada de una estrella hollywoodense al cine mexicano ya no es, en el último sexenio, raro.
Lucy Liu (Los ángeles de Charlie) aceptó Nómadas al lado de Tenoch Huerta, con paga mínima y cuya cifra nunca se dio a conocer por parte de los productores del filme.
Cosa similar fue Hans Zimmer, compositor ganador del Oscar por El rey león, a quien sólo le bastó una cena costosa y un dólar, para aceptar trabajar en Casi divas, de Issa López.
El músico alemán dijo que sí buscando incursionar en otra cultura.
Andy García protagonizó en 2010 Cristiada, interpretando a Enrique Gorostieta, militar regiomontano que participó en la guerra cristera.
“Yo siempre busco un proceso creativo acorde a mi vida y, en ese sentido, ese personaje era de luchar por la libertad”, explicó en su momento el cubano, conocido por su anticastrismo.
El veterano Martin Sheen (Apocalipsis now) entró a Chamaco, con Alex Perea, porque le interesó contar una historia de boxeo y superación.
La cinta fue vista, de acuerdo con cifras del Imcine, por apenas unas 2 mil personas, hace dos años.
Danny Glover, la estrella de la saga Arma mortal, acaba de ser dirigido por Diego Luna en Mr Pig, rodada en Guadalajara y Arnold Rifkin, productor de cintas como Duro de matar, se acaba de asociar con Leonardo Zimbrón (Nosotros los Nobles) para convertir en película la novela La cazadora de almas.
“Este es un país mágico y sólo aquí puede hacerse, el dinero no es problema, porque he hecho películas de 3 millones de dólares (en México cuestan ese promedio)”, dijo en conferencia de prensa Rifkin.
El músico Michael Nyman (El piano) trabajó en el documental 9 meses, 9 días, sobre los náufragos mexicanos rescatados tras ese tiempo a la deriva y el editor Hughes Winborne (Crash: alto impacto) hizo lo propio en 180 grados del regio Fernando Kalife.
El actor John Malcovich actuó en Chávez y el cinefotógrafo Adam Kimmel (Capote) hizo dicha tarea en la taquillera Rudo y cursi.
