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Madrid.— Por fin lo hizo público: Richard Gere posó con su novia española, Alejandra Silva, con la que empezó una relación el verano pasado.
Durante la presentación de Invisibles, el filme que protagoniza, el actor estadounidense de 66 años apareció frente a los medios de comunicación acompañado de su novia de 34.
Gere estuvo casado con la modelo Cindy Crawford y la actriz Carey Lowell, y tuvo un noviazgo con Padma Lakshmi en 2014. Ahora está disfrutando el amor una vez más y lo presumió en España.
En el país europeo, saludando en español (¡buenas tardes!) y pidiendo agua para todos, Richard Gere mostró también su cara más humanitaria durante la presentación en Madrid de Invisibles, una película “poco comercial” que invita a los espectadores a ponerse en la piel de los “sin techo”.
En las antípodas de su habitual imagen de seductor, el príncipe azul por excelencia de la comedia romántica de los 90 (Mujer bonita) se transforma en un mendigo solitario en un filme que ha tardado casi una década en sacar adelante y que él mismo ha producido, convencido de que “los cambios empiezan por el individuo”.
La vista de Gere a Madrid causó un gran revuelo mediático debido, entre otras cosas, a su actual noviazgo con la empresaria española Alejandra Silva, con quien acudió anoche al preestreno de la película.
Un grupo de 70 indigentes, invitados por la Fundación Rais, que presta apoyo en España a las personas sin hogar, acudieron también al evento.
Filmada con planos generales, a menudo alejados del protagonista o desde detrás de cristales, Invisibles se recrea en los tiempos muertos, la frustración y la impotencia que muchas de estas personas sienten cuando tratan de integrarse en el sistema y cumple su objetivo de obligar a mirar al espectador lo que no quiere ver.
“Lo peor de las personas sin hogar es el odio que pueden llegar a sentir hacia sí mismas”, describió el protagonista del filme American Gigolo.
“Todos tenemos ese sentimiento a veces, pero nosotros tenemos más recursos para mantenerlo a raya”.
“Lo que he aprendido con todo esto”, añadió el histrión de 66 años, “es lo frágil que son nuestra mente y nuestras emociones sin el soporte de un tejido social y familiar, lo rápido que uno puede deteriorarse cuando está apartado de la sociedad”.
De un hecho real. Gere relató que la idea de Invisibles surgió de la experiencia de un “sin techo” neoyorquino apodado Cadillac Man, que contó su vida en la calle en el libro pues en venta In the land of lost souls.
“El libro no era nada sentimental, era muy descriptivo, y me hizo darme cuenta de lo poderosa que es la honestidad y de la importancia de estar en el presente. Esa es la manera en que hicimos la película”, afirmó el actor y activista, que lucía la pulsera budista.
Durante su estancia en Madrid, Gere visitó varios centros de la Fundación Rais en Madrid y tiene previsto dar una charla a empresarios, dirigida a sensibilizar y a recaudar fondos.
“Creo que la alianza del sector pú blico y privado es clave para promover cambios”, expuso.
“En visitas que he hecho a Filadelfia y Los Ángeles (con la ONG estadounidense Coalition for the Homeless) me impresionó ver cómo los empresarios locales han aportado soluciones con recursos propios, sin pedir ayuda a ningún gobierno”, subrayó.
“Esas soluciones son las mismas en todas partes: vivienda y comunidad. Es importante para ellos reconciliarse con sí mismos, pero también con el tejido social y eso requiere paciencia y experiencia. Lo importante es no dejar que la gente caiga por el precipicio. Sabemos cómo hacerlo, sólo hace falta que lo hagamos”.
Apenas hace unas semanas Gere reveló que durante el rodaje del filme estuvo en las calles de Manhattan de manera encubierta para ver a la gente y su comportamiento. Sólo una persona le ofreció comida, recordó.
Invisibles fue lanzada en no más de diez salas estadounidenses, en septiembre pasado.