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christian.leon@eluniversal.com.mx
La novela corta El Principito es quizá la obra literaria más importante de Francia y, según los especialistas, es el tercer libro más vendido de todos los tiempos, sólo detrás de La Biblia y El Capital, de Marx; por eso, hacer un filme acerca de este icónico texto podría ser un acto suicida.
Para Cecilia Suárez, el filme dirigido por Mark Osbourne en el que ella participa prestando su voz sólo busca acercar a las nuevas generaciones al trabajo hecho por Antoine de Saint-Exupéry y demostrar que es un texto atemporal, dirigido a un público diverso que rompe paradigmas.
“Es de esos libros que tienen una magia especial, todos nos identificamos con él, sin importar la edad; lo maravilloso es que tiene mil interpretaciones y creo que, entre más creces, más lo entiendes; cómo no aceptar ser parte de algo así, es algo que puedo ver con mi hijo”, detalló Suárez.
En esta cinta que llega hoy a las salas de la ciudad de México, Suárez da vida a un personaje que en el texto original no existe porque, más allá de ser una
traslación del papel a la pantalla, es un filme que ocupa como marco de referencia la historia de El Principito.
La trama de la película gira en torno a la vida de una pequeña niña, cuya madre es una obsesiva del control, que le ha planificado los próximos 20 años de su vida, sin la posibilidad de que la niña se equivoque o quiera hacer otra cosa en la vida.
“La maravilla del libro y la película es que me dio una lección: la base de cualquier relación es la comunicación. El filme habla de eso, de lo importante que es la retroalimentación en la familia. Es una lección para los padres, debemos acercarnos a nuestros hijos y conocer sus intereses”, detalló.