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Venecia.— Una de las películas italianas más esperadas de la 72ª edición del Festival de Venecia, A bigger splash, de Luca Guadagnino, recibió ayer abucheos en la primera proyección oficial, pero sus protagonistas, Ralph Fiennes y Tilda Swinton, fueron muy aplaudidos.
La propuesta de Guadagnino, un realizador que provoca tantos amores como odios y responsable de títulos como Lo sono el amore (“Yo soy el amor”) o Melissa P., no convenció nada en la Mostra, donde participa en la sección oficial a competición.
“Si no haces películas para asumir riesgos, para llegar a zonas que pueden ser peligrosas, entonces ¿para qué hacer cine?”, se preguntó el realizador en la rueda de prensa.
Aplausos continuos para Guadagnino en la rueda de prensa en contraste con el recibimiento a su película, la historia de cuatro personas abandonadas en medio del verano en la isla de Pantelleria, situada a mitad de camino ente Sicilia y las costas de Túnez.
“Son cuatro adultos, cuatro perspectivas del mundo” que se confrontan a su vez con la violencia del paisaje de la isla, que se convierte en una “magnífica protagonista”, en palabras del realizador.
Ralph Fiennes, Tilda Swinton, Dakota Johnson y Matthias Schoenaerts son los protagonistas de una película que partió de la idea de una isla de la que nadie puede huir.
Una película tan particular como lo es el cine de Guadagnino, con una Swinton que no habla y un Fiennes que baila y lleva la parte cómica de la película y que es la reinterpretación del director italiano de la película La piscina (1969), de Jacques Deray.
Swinton, que interpreta a la cantante de rock Marianne Lane, decidió no hablar en el filme como condición para participar en él.
“Yo había decidido no trabajar ese año y estaba en un momento de mi vida en el que no quería decir nada (...) Luego me planteé cómo era posible participar y le dije a Luca que lo hacía si no tenía que hablar, además pensé que eso podría contribuir a la sensación de aislamiento de los personajes”, explicó la actriz.
Se lo propuso al realizador pensando que diría que no, pero le dijo: “Vamos a intentarlo”.
En el caso de Fiennes, que interpreta a Harry, el exmarido de Lane, le puso a bailar encima de un tejado, algo que el actor británico se tomó con mucho humor.
“Nunca me había pedido que hiciera algo así antes, así que dije: ‘Sí, gracias’”, relató, y además reconoció que tenía la música del baile en su iPod y que no paraba de escucharla y de bailar en los descansos.
Por su parte, Dakota Johnson (Penélope, la hija de la pareja) explicó que se unió al rodaje en el último minuto y que fue una “experiencia rápida y explosiva”, mientras que Schoenaerts es la actual pareja de Swinton.