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El enoturismo es uno de los pilares de España. La Ribera del Duero es una de las dos zonas que componen el prestigio vinícola de este país (la otra es La Rioja). Pero a dos horas y media de Madrid se encuentra una bodega que por algunos kilómetros se sale de esta región con Denominación de Origen, ubicada en Castilla, en la provincia de Valladolid. Es Abadía-Retuerta, fundada hace 25 años en Sardón del Duero, cuyo clima y territorio comparten las bondades del Valle del Duero, con las que han creado su propio velo de calidad y distinción, de la mano de sus enólogos, el asesor Pascal Delbeck y el residente, Ángel Anocibar.
Esta bodega, además de sus etiquetas (Selección Especial, Pagos de Valdebellón y Blanco de Guarda, disponibles en México), ha sido pionera en el enoturismo de lujo en Europa. Tiene un hotel boutique entre los viñedos: Le Domaine, considerado por los usuarios de TripAdvisor el mejor de España en 2016.
Las experiencias
Abadía-Retuerta ofrece una visita completa a sus viñas, bodega y barricas, además de catas privadas, experiencias que puede contratar cualquier visitante para conocer los procesos de elaboración con técnicas innovadoras. Pero hay mucho más qué hacer: pasear a caballo, contratar una guía privada en un Jeep para visitar todos los campos, recorridos en bici, participar en una cata especial en la cava histórica y, si se cuenta con el capital, sobrevolar la propiedad en helicóptero.
Una de las atracciones más solicitadas es la cena romántica durante el verano, bajo el encino más antiguo del viñedo, en lo alto del mirador. Para los pequeños, son muy exitosos los talleres enológicos y el de apicultura (también producen miel orgánica) y la vendimia, que se celebra en agosto, cuando los ocres y los terracotas otoñales nos regalan la más hermosa vista de los 54 Pagos de España —cosechas certificadas de alta calidad local— que componen las vides de Abadía-Retuerta, una de vinícolas más largas del país.
(Foto: Cortesía Abadía Retuerta Ledomaine)
Santuario de lujo
Le Domaine es un objeto de admiración. Se adaptó dentro de una abadía del siglo XII, de arquitectura gótico-romana: la Abadía de Santa María Retuerta. Dado que la fachada está catalogada desde 1931, el hotel se construyó casi como una intervención artística, conservando algunos elementos originales, como la capilla (utilizada para misas y comidas), el refectorio (así se llama al comedor de los monjes y hoy es un restaurante de lujo), el jardín del claustro (donde se sirven desayunos en primavera) y la sala capitular (donde rezaban los capítulos de los Salmos los monjes de la época) que hoy funciona como un bar.
(Foto: Cortesía Abadía Retuerta Ledomaine)
Con apenas 27 habitaciones y tres suites, incluida la Master Suite con los más finos acabados y piso de mármol de Carrara, Le Domaine es un hotel boutique de cinco estrellas, con interiorismo de Ralph Lauren, obras de arte originales en las habitaciones y servicio personalizado de mayordomía; la plantilla ha sido entrenada por uno de los exmayordomos del Palacio de Buckingham.
En las habitaciones el huésped siempre encontrará una botella Selección Especial de bienvenida, quesos selectos, minibar y, en el baño, amenities Anne Semoni, batas y sandalias.
Todas tienen balcones con vista a los viñedos o al jardín, visibles desde la tina hasta el escritorio. La luz natural es un espectáculo.
(Foto: Cortesía Abadía Retuerta Ledomaine)
Spa subterráneo
El Spa Santuario fue construido bajo tierra, debido a que no era posible hacer una modificación de fachada a la abadía. No obstante, la luz entra por los ventanales, domos y solariums creados en medio de los viñedos para iluminarlo todo.
El “Spa Sommelier” es el sello distintivo. Comienza en el foyer, donde se disfruta de una cata con tres aceites que asemejan las notas de cada vino para reducir el estrés, dar energía y lograr la calma emocional. El vino se disfruta durante el exfoliante de pies y el aceite se usa para un masaje de 90 minutos. Es toda una delicia sensorial que culmina en el circuito de hidromasaje.
Muy gourmet
Le Domaine tiene dos restaurantes: el gastrobar Vinoteca, de estilo relajado con las típicas tablas vallisoletanas (jamón, panes, quesos y carnes), y Refectorio, que presume una estrella Michelin. Su menú fue diseñado por Andoni Luis Aduriz, chef del Mugaritz, uno de los mejores 50 restaurantes del mundo, según la guía St. Pellegrino.
Refectorio maneja dos cartas, pero ambos con incorporación de ingredientes muy locales.
Visita Valladolid
En Valladolid, a una hora de la bodega, se halla la casa de Miguel de Cervantes, ambientada de acuerdo a su época (alrededor de 1600). Otros sitios de interés son el Museo Nacional de la Escultura, el Museo de la Caballería, con armamentos y aparejos del ejército español, desde el siglo XII, y la Plaza del Milenio, que resulta un contraste entre lo antiguo y lo actual.
(Foto: Cortesía Abadía Retuerta Ledomaine)
Pasea por Peñafiel
Esta ciudad es el corazón de la Ribera del Duero; si se quiere realizar la ruta común o conocer otras bodegas, aquí es el lugar. A media hora de Le Domaine, se puede llegar por auto o solicitar un transporte. Entre las bodegas abiertas al público están Protos, Emina, Pesqueira, Matarromera, Don Carlos y Prado de Olmedo. En esta comunidad se encuentra también el famoso Castillo de Peñafiel, construido entre los siglos X y XV, conocido como “El Castillo del Buque”, por su diseño estilo barco. Aloja el Museo Provincial del Vino.
HERRAMIENTAS DE VIAJE
Vuelos.
Vuelo directo a Madrid, desde Ciudad de México por Aeroméxico.
Movilidad.
AVE, tren de alta velocidad. Madrid-Valladolid (salidas de Atocha y Chamartín). Reserva con antelación, ya que hay pocos horarios. Trayecto: una hora. Si duermes en Le Domaine, el staff coordina el traslado. www.renfe.com
Entre Brasas y Sarmiento.
Es un comedor famoso por el pincho de lechazo, la chuleta de buey y el pulpo. Está en Traspinedo, cerca de Sardón del Duero. www.entrebrasasysarmiento.com
En la web. riberadelduero.es y www.ledomaine.es