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viridiana.ramirez@eluniversal.com.mx
Tu viaje de graduación de preparatoria o universidad debe ir más allá de las noches de antro y los vestidos elegantes. Mejor, considera pasar unas semanas en Puerto Escondido, Oaxaca, donde además de aprender a dominar olas con una tabla de surf y nadar en una laguna fluorescente, ayudarás al rescate de reptiles.
La experiencia de un viaje de voluntariado a la costa oaxaqueña puede durar una o dos semanas. Dentro de las labores que debes desempeñar está el salvaguardar huevos de tortuga, ayudar en la liberación de crías y la medición de especies adultas. También participas en la limpieza de playas o en la reconstrucción de palapas afectadas por el mal clima. Si hablas perfecto inglés, hasta puedes impartir una clase a niños de la comunidad.
La recompensa por tu ayuda ambiental y humanitaria son clases de surf gratis y excursiones a los atractivos de la zona.
Nomad Republic
es la agencia que se encarga de organizar estos viajes de voluntario. Pero su oferta de experiencias también incluye otros destinos mexicanos, como Chiapas.
Convive con una cooperativa de artesanas tzotziles, quienes te enseñan la destreza de tejer en telar de cintura para crear manteles, ponchos, cinturones y blusas. A cambio, brindarás asesoría sobre salud sexual, empoderamiento de la mujer y violencia de género. Para ello contarás con el apoyo de médicos y psicólogos de organizaciones no gubernamentales.
Algo similar ocurre en comunidades de Valladolid, Yucatán. Pondrás tu “granito de arena” realizando pruebas de VIH y participando en pláticas de reproducción sexual.
Voluntariado en otras latitudes
En otros rincones del planeta también puedes celebrar tu graduación escolar, por ejemplo en Tailandia o Costa Rica. Nomad Republic programa dos salidas al mes y prácticamente están disponibles todo el año.
En Tailandia, viajas a la provincia de Chiang Mai, al norte del país, para integrarte a alguno de los santuarios de protección de elefantes explotados en espectáculos callejeros.
El trabajo de voluntariado debe durar mínimo dos semanas, en las cuales desarrollas habilidades para alimentar y bañar elefantes en rehabilitación. Incluso, puedes participar en las pláticas de negociación y convencimiento con los dueños de estos animales para que accedan a devolverlos a su hábitat natural.
(Foto: Istock)
Durante el tiempo que dura tu viaje, vives en una reserva natural rodeada por cascadas y templos budistas. Los fines de semana organizan alguna excursión a estos lugares o al centro de la ciudad. En ocasiones, los habitantes imparten talleres de cocina.
Si te gustan los anfibios y los arácnidos, entonces contempla una escapada a la reserva natural Monte Verde, en Costa Rica.
En medio de selvas y bosques lluviosos, ayudas al monitoreo de ranas, cuidar orquídeas en peligro de extinción, buscar nuevas especies de arácnidos y a construir senderos para que los turistas puedan explorar la reserva.
También elaboras folletos de información e impartes talleres de reciclaje .
