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En Yucatán, existe un sitio donde el agua se torna rosa. Puede tener coloración apenas visible o alcanzar intensas tonalidades rojizas. Se encuentra en un paraíso de manglares, aves y reptiles. Si intentas nadar, es posible que flotes sin esfuerzo, como en el Mar Muerto.
No se trata de un lago, sino de una región salinera: Las Coloradas. Muy cerca está la comunidad del mismo nombre, de 500 habitantes, casi todos dedicados a la extracción de sal. Pertenece a la Reserva de la Biósfera Ría Lagartos.
La planta cuenta con, más o menos, siete kilómetros de charcas donde se deposita agua proveniente de Ría Lagartos. Hay alrededor de 20, cada una con menos de un metro de profundidad. La extracción se basa en la evaporación y utilización de filtros; el proceso dura seis meses y, en los últimos dos, las charcas se vuelven rosas por la acción de algas, la sal y el efecto del sol. Al principio adquieren tonos verdosos y marrones.
Puedes ver el fenómeno dos veces al año: entre julio y agosto, y en marzo. Nadar en los depósitos no está prohibido como tal, pero tampoco es lo más recomendable. La sal puede causar irritación en la piel y, permanecer ahí, después de haber usado bloqueadores o repelentes para insectos, puede contaminar la producción.
En busca del flamenco
La Reserva de la Biósfera Ría Lagartos está ubicada a tres horas de Mérida y Cancún, y a hora y media desde Valladolid. Se organizan recorridos en lancha para conocer la zona. Puedes tomarte la foto del recuerdo en Las Coloradas y nadar en la ría. Se le llama así a esta última porque es una entrada de mar que reúne agua dulce y salada. El bloqueador también está prohibido.
Durante el tour te encontrarás con la diversidad de ecosistemas presentes en el área protegida, como manglar, duna costera y selva baja. Con suerte verás un cocodrilo o un jaguar a lo lejos, y seguro te toparás gran cantidad de aves, entre ellas, el flamenco rosado.
Esta especie se reproduce en la reserva, y puedes verlos todo el año. Sin embargo, las cantidades aumentan en abril, mayo y junio: hasta 50 mil ejemplares en la región. Si están en parvadas grandes son más nerviosos, por lo que es mejor no acercarse; cuando son pocos, incluso es posible que vuelen cerca de ti.
El paseo por Río Lagartos siempre incluye una visita a un depósito de barro. Es muy fino y funciona como exfoliante. Puedes aventarte y bañarte en él. Cuando se seca forma un polvo que, según se cuenta, quita impurezas de la piel. Solo los guías experimentados saben dónde puedes realizar esta actividad, pues no en toda la reserva el barro es beneficioso.
HERRAMIENTAS DE VIAJE
Tours.
Rio Lagartos Adventures. Recorridos de hasta cuatro horas. Precio: mil 500 pesos por persona. www.riolagartosaventuras.com
EcoColors Tours. Paseos por la reserva con comida incluida en el pueblo pesquero de San Felipe. Precio: dos mil 150 pesos por persona. www.ecotravelmexico.com