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Samantha M. Guzmán /enviada
CUSCO, Perú. — Lo que menos importa es tener señal. O siquiera un celular. En Los Andes, aún hay comunidades que viven de la naturaleza. Una de ellas es Amaru, donde la protección para el viento consiste en coloridas prendas de lana. Ellos preparan la fibra y la tiñen con plantas de la región. Siempre agradecen a la Pachamama o Madre Tierra, y a los apus, espíritus de la montaña.
Amaru se encuentra a una hora de Cusco, en Perú. No imaginaba que en un solo espacio se pudiera concentrar la riqueza de la cultura inca y la personalidad de una urbe colonial. Más bien, mi preocupación era el temido mal de altura.
Cusco está a tres mil 399 metros sobre el nivel del mar, y entre los recién llegados es común sentir mareos y malestares que pueden volverse graves. No lo siento, tal vez porque la Ciudad de México se encuentra a más de dos mil metros y la diferencia no es enorme. Sin embargo, disfruto uno de los remedios: el té o mate de coca, bebida muy famosa en el país. Su nombre alarma un poco, pero el consumo de las hojas está permitido; el sabor es intenso, pero agradable.
La infusión se ofrece en el lobby de los hoteles para combatir los síntomas de la altura. Parece exageración, pero algunos turistas realmente lo sufren; en ciertos alojamientos, incluso, hay tanques de oxígeno disponibles.
Cusco fue la mítica capital del imperio andino. Su nombre significa “ombligo”, pues fue punto de encuentro de la civilización. En las calles empedradas se mezclan ruinas del imperio con rasgos de la cultura española, como los característicos techos de teja en su centro histórico.
Espiritualidad andina
Solo viven cerca de mil personas en Amaru. La zona pertenece al Valle Sagrado de los Incas. Se podría pensar que son muy reservados, pero ya en la comunidad, pude notar todo lo contrario. Desde la bienvenida te llaman “hermano” y te permiten usar su ropa típica. Prefieren comunicarse en quechua, lengua de Los Andes, pero hay intérpretes. En todo Perú, para titularse en Ciencias Sociales hay que saber quechua.
Ya con el atuendo puesto, me preparo para conocer la elaboración de las prendas, que comienza recogiendo hojas que servirán para teñir.
Una mujer mayor me hace sentir inútil: trepa hábilmente en caminos intrincados, y para obtener la fibra trasquila una oveja con asombrosa rapidez. Me enseña a hilar la lana, pero a los cinco minutos de maniobrar con dificultad me rindo.
Antes de empezar a tejer en un telar de cintura, hay que darle color a la lana, colocándola junto con las hojas dentro de una olla llena de agua que se pone a calentar. Cada tonalidad tiene un significado: el amarillo es florecimiento, el verde, naturaleza, y el negro es la Pachamama.
Las mujeres empiezan a tejer desde los 15 años, y tardan alrededor de dos meses para hacer cada prenda. Al final, venden pulseras, monederos, ponchos y chullos (los gorros andinos).
Antes de irme, pruebo la pachamanca, un platillo de carne y vegetales cocinados con piedras ardientes en un horno de tierra.
- El codiciado pisco
De vuelta a Cusco, participo en una cata de pisco en el hotel Palacio del Inka, en el centro histórico, la cual se realiza cada tarde. El pisco es un destilado de uva, y la bebida alcohólica más representativa de Perú.
La ciudad de Pisco es su lugar de producción tradicional desde la época colonial. En un inicio se utilizó como vino para consagrar.
En la degustación, veo cómo se prepara un pisco sour, el coctel más famoso, que se elabora con jarabe, limón y clara de huevo batida para dar textura. Alejandro, barman del hotel, explica qué otros tipos de pisco hay, mientras agita la mezcla como si de un show se tratara. El resultado tiene sabor agridulce, pero adictivo.
Existe un desacuerdo por la denominación de origen del pisco entre Perú y Chile. Este último lo registró décadas antes. Si le preguntas a un peruano, te explicará muy apasionadamente por qué la designación le pertenece a su país. Ni se te ocurra sugerir lo contrario, aconseja Alejandro.
- Tras llamas y alpacas
A 20 minutos del centro histórico se encuentra Sacsayhuamán. Es un parque arqueológico, conocido por sus construcciones hechas con bloques de roca. Los muros pueden alcanzar nueve metros de altura. Se cree que corresponden a un centro ceremonial. Aquí se celebra el Inti Raymi, la “Fiesta del Sol”, cada 24 de junio.
Es impresionante la precisión con que están acomodadas las rocas, como un rompecabezas, al encajar perfectamente unas con otras.
Aquí encuentras a los residentes favoritos de todos: llamas y alpacas. Sus dueñas adornan sus orejas con moños y borlas. Me resulta irresistible correr a abrazar una y tomarme la foto.
Es posible encontrar estos camélidos en los alrededores de Qoricancha, a 10 minutos del hotel Palacio del Inka. Alguna vez, Qoricancha fue el templo del Sol para los incas. Sobre sus ruinas se construyó el Convento de Santo Domingo. Es posible visitar su museo y notar la peculiar unión entre la cultura nativa e hispana.
Una buena manera de disfrutar la arquitectura colonial es de un restaurante a otro. LIMO, frente a la plaza de armas, celebra la gastronomía peruana contemporánea. Hay ceviche y sushi, pero la estrella es la carne de alpaca. Muchos parecen disfrutarla, pero yo no me atrevo a probar ésta sin pensar en su cara simpática y pelo suavecito.
La Cusqueñita se especializa en comida más tradicional, y las porciones son gigantescas. Aquí el hit es el cuy, un roedor andino; su carne es muy popular. Yo prefiero probar un lomo saltado, otro plato típico. Lo acompaño con una Inca Kola bien fría, el refresco cuyas ventas Coca Cola nunca logró vencer. Es color amarillo y no tengo idea a qué corresponde su sabor, pero sé que me encanta.
Platicar con un peruano es reconfortante, pues es fácil identificarse con ellos. Igual que en México, la belleza de su país llega a opacar todos los problemas del mismo.
- GUÍA DEL VIAJERO
Cómo llegar
Avianca te lleva a Cusco en vuelo redondo desde 12 mil 749 pesos con impuestos incluidos, haciendo una escala en Bogotá. www.avianca.com
Dónde dormir
Palacio del Inka. Hotel de lujo con decoración inspirada en la cultura andina. Desde 259 dólares por noche, para dos personas. www.starwoodhotels.com
Hotel Belmond Monasterio. Se aloja en una propiedad que data de 1592. Desde 375 dólares por noche, en ocupación doble. www.belmond.com
Dónde comer
LIMO. Portal de Carnes 236.www.cuscorestaurants.com
La Cusqueñita. Avenida Tullumayo 227.
- Tours
PTA Operadora arma paquetes en Cusco y sus alrededores. Tel. (+51) 084 221390. E-mail: info@perutravelspecials.com
- Moneda oficial
Sol. Un dólar equivale aproximadamente a tres soles. Recomendamos cambiar a soles, ya que en pocos lugares se aceptan dólares.
- Clima
Por lo general el clima es frío, aunque la temperatura ronda los 20° C en el día.
- Combate el mal de altura
Prueba el té de coca, infusión de la región que ofrecen en la mayoría de los hoteles.
- Sitio web de turismo
www.peru.travel
SCHSC