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Nieve, dos lagunas turquesa y el sol colándose a través de nueve picos. Es un paisaje que hipnotiza a cualquiera, más si todos esos elementos se conjugan en medio del cráter de un volcán extinto. Así es el Nevado de Toluca, en el Estado de México, uno de los parajes más buscados para fotografiar y presumir en redes sociales, sobre todo cuando una nevada lo azota.
“Ante semejante maravilla natural, la gente abusa de su confianza y olvida los cuidados y riesgos que se tienen al visitar una de las montañas más altas del país (4 mil 680 metros)”, cuenta Hilarion Vidales, alpinista y rescatista fundador de la touroperadora HG México.
En cuanto a accesibilidad, la zona es amigable con el visitante: es posible acercarse al cráter en auto y ascender a la cima de sus picos en un par de horas. Pero, como en toda montaña, hay accidentes: personas extraviadas, caídas, desmayos y muertes. Si piensas lanzarte a esta aventura toma en cuenta los consejos de Hilarion.
Antes de ascender
Abrígate bien, haya o no nieve. No olvides vestir chamarra, guantes y gorro. Es importante llevar calzado antiderrapante o botas para trekking. Si optas por unos tenis, que no sean de suela lisa.
Llega temprano, de preferencia antes de las ocho de la mañana. Después de esa hora se instalan retenes que controlan el flujo vehícular, lo que genera una larga fila de autos en espera.
En el kilómetro 6 de la carretera que lleva al Nevado de Toluca se localiza una caseta administrada por ejidatarios conocida como Parque de los Venados. Se pagan 40 pesos por auto. Hay sanitarios y puestos de comida.
En el lugar
Los autos llegan hasta el cráter situado a 4 mil metros de altura; las lagunas están a 100 metros más. Éstas son el umbral de la alta montaña: significa que el cuerpo debe acoplarse a la altitud para evitar el mal de montaña.
El alpinista y rescatista recomienda no permanecer más de dos horas en el área, ya que muchas personas pueden padecer mareos, dolor de cabeza, náuseas y vómito, afectaciones que pueden generar un accidente. Camina lento y bebe agua, sorbos pequeños y constantes. No consumas alcohol, ni drogas.
Evita ir con bebés o menores de 12 años, ellos son más vulnerables al mal de montaña.
Camina siempre a través de los senderos, si bien no están señalizados, sí están muy bien marcados. Ve en medio del camino, ya que podrías resbalar y caer por los acantilados. Por ningún motivo intentes escalar las paredes del cráter, son trampas mortales.
Si asciendes alguno de los picos, como el del Águila o del Fraile, no lo hagas solo y prevé tu regreso lo más pronto posible. Las condiciones climáticas son variables y podrías quedar atrapado en la neblina o quedarte sin luz natural. Lleva un celular con suficiente batería y una lámpara.
En caso de un accidente
Repórtalo al 066. Inmediatamente notificarán la emergencia a guardaparques y equipos de seguridad de la zona y alrededores. El radio de respuesta puede ser desde 30 minutos a seis horas, depende de la zona donde haya ocurrido el accidente y las condiciones de accesibilidad. Al ser un terreno agreste, la mayoría de los rescates se hacen a pie.
EL DATO
Percances
Del último bimestre de 2015 a enero de este año se han suscitado 43 accidentes. El auxilio más solicitado es de personas extraviadas, seguida de accidentes de tránsito y heridos por caída. Solo se ha registrado una muerte.
Horarios
La entrada está permitida de las 8 a 16 horas, los 365 días del año. El sábado es el día con más número de visitantes. La hora pico oscila entre la una y cuatro de la tarde.
Por seguridad, el parque cierra cuando hay fuertes nevadas.
Fuente: Comisión Estatal de Seguridad
Ciudadana del Estado de México y Comisión
Estatal de Parques Naturales y de la Fauna.