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En las afueras de Sydney, en Australia, hay un lugar donde es posible desayunar en un pequeño valle, justo al lado de una manada de canguros y allí escuchar “reír” a los kookaburras, uno de los pájaros más emblemáticos del este australiano. La parada es habitual en las excursiones de día o medio día desde Sydney hasta las vecinas Blue Mountains. Se realiza temprano por la mañana, cuando el valle todavía está fresco, a una hora en que los canguros juegan y toman el sol. Aunque silvestres, no huyen con la llegada de los vehículos turísticos y es fácil verlos y fotografiarlos.
Luego de esta parada, la visita sigue por las Blue Mountains y sus principales accidentes geográficos: tres picos conocidos como las Tres Hermanas y el tren de mayor pendiente del mundo. En los meses de julio y agosto, en pleno invierno, los pueblos de estas montañas festejan una segunda Navidad al año: se trata de la YuleFest, con villancicos, luces, Santa Claus y, de vez en cuando, alguna nevada.