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Era su primer torneo del año, su primer torneo desde que se separó del entrenador Boris Becker, su primer torneo desde que perdiera en noviembre la final del Masters y dijera adiós la número uno. Y Novak Djokovic levantó el título desplegando un tenis que recordó a su mejor versión.
Tras salvar cinco match points en semifinales ante el español Fernando Verdasco, el serbio tumbó en la final del sábado por 6-3, 5-7 y 6-4 al británico Andy Murray, el jugador del momento, que llevaba 28 triunfos consecutivos.
"Es un inicio soñado", dijo Djokovic en la capital qatarí. "Es el mejor escenario que podía imaginarme para el inicio de la temporada. Jugar cinco partidos y después ganar un maratón de tres horas ante el número uno, el mejor rival, es algo que me puede ayudar de forma positiva para lo que viene", agregó el segundo del ranking mundial.
Y lo que viene nada más y nada menos es el Abierto de Australia, que arranca el 16 de enero. La pista azul de Melbourne es una de las preferidas de "Nole", que ganó sobre ella seis de los 12 Grand Slam que luce.
Este año vuelve a defender el título en Australia y su victoria ante Murray en Doha es un aviso de que está dispuesto a recuperar el trono tras su irregular segunda mitad de 2016.
"Malas noticias para el resto", escribió en Twitter Becker mientras seguía por televisión el partido entre Djokovic y Murray. Hace un mes, el ex tenista alemán aseguró que el serbio no se entrenó lo suficiente después de ganar Roland Garros, cuando empezó una cuesta abajo que le acabó apartando del número uno.
Ahora, la victoria sobre el británico debería tener un efecto positivo en el campeón de 12 Grand Slam. Sus partidos en Qatar recordaron a sus meses de dominio absoluto en la primera mitad de 2016. Y el serbio subrayó en Doha que tiene de nuevo ambición y motivación tras su bajón mental de los últimos meses.
"Estamos sólo en el inicio de la temporada", dijo Djokovic en la lujosa Doha. "Como todos los partidos que juguemos vayan a ser así, vamos a tener una temporada divertida", anticipó tras dos horas y 55 minutos de encuentro.
A esa diversión se quieren unir ahora el suizo Roger Federer y el español Rafael Nadal, que reaparecieron recientemente en el circuito tras un 2016 marcado por las lesiones. El presente de ambos está aún entre los interrogantes propios de un regreso a la competición y de un inicio de temporada.
Federer, campeón de 17 Grand Slam, disputó esta semana la Copa Hopman, mientras que Nadal -a la zaga con 14 grandes- ganó el torneo de exhibición de Abu Dabi en los últimos días de diciembre y cayó esta semana en cuartos de final de Brisbane ante el canadiense Milos Raonic.
"El tenis les echó de menos", señaló Djokovic. "Nosotros les extrañamos porque son leyendas de nuestro deporte". "Son estrellas, vayan donde vayan la gente los ama. Son dos valores muy importantes para nuestro deporte. Es genial tener a ambos de vuelta y tener a Andy, a mí, a Wawrinka. Tengo ganas de competir con ellos", resaltó el balcánico.
