Muguruza apenas cometió nueve errores no forzados en todo el partido y ganó 34 de los 41 puntos que jugó con su saque. Concedió a su rival tres oportunidades de break, pero las salvó todas. La española demostró una confianza desbordante.
 
"No estoy pensando en si estoy jugando el mejor tenis de mi carrera. Creo que estoy jugando muy bien algunos partidos pero no me sirve comparar", indicó al ser preguntada por el nivel que exhibió.
 
La jugadora que alcanzó en Wimbledon 2015 su primera final de Grand Slam tuvo el partido ante Cirstea de cara desde el principio. La española rompió a la rumana, 78 del ranking, en el tercer juego del partido y se sentó en el primer descanso con un break en el bolsillo.
 
La favorita del partido abrumó entonces a la rumana, que vio cómo la española sumaba 12 puntos consecutivos y 21 de 23 posibles para colocarse después con 5-1 arriba. Un globo perfectamente ejecutado puso fin al primer set en apenas 25 minutos.
 
El segundo parcial arrancó como el primero y Muguruza quebró para colocarse 2-1 y saque. Logró una rotura más, la que le dio el partido en la cancha Margaret Court y la colocó en cuartos, a un paso de las semifinales, a dos de pelear por el título en la final. Y sin Kerber en el horizonte.
 

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