El piloto británico Lewis Hamilton (Mercedes) fue el más rápido en las dos primeras sesiones de entrenamientos libres para el Gran Premio de Brasil, penúltima cita del Mundial de Fórmula Uno, con el líder del campeonato, su compañero alemán Nico Rosberg, tercero por la mañana a 230 milésimas y segundo en la tanda que se realizó por la tarde a sólo 30.
El inglés lideró la primera sesión con un mejor tiempo de 1:11.895, por delante del holandés Max Verstappen (Red Bull) y de Rosberg, que en Interlagos tiene la oportunidad de ganar su primer título, algo que logrará de forma matemática si gana este domingo.
Al alemán, nueve veces vencedor este año, también le basta con ser segundo siempre que Hamilton no pase del cuarto puesto; tercero, siempre y cuando Lewis quede por debajo del quinto; o incluso sexto, si el inglés no acabase la carrera.
Hamilton, que llega a Brasil obligado a ganar para evitar que su compañero y rival sea el nuevo campeón del mundo, dominó desde el arranque del primer contacto del circuito paulista, con el sorprendente Verstappen entre los tiempos de los dos Mercedes.
Por detrás del trío cabecero estuvieron los registros del australiano Daniel Ricciardo (Red Bull), el finlandés Valtteri Bottas (Williams), el mexicano Sergio Pérez (Force India), su compañero alemán Nico Hülkenberg, el brasileño Felipe Massa (Williams) y los Ferrari del alemán Sebastian Vettel y el finlandés Kimi Raikkonen, en unos inusuales noveno y décimo lugar.
Los españoles Carlos Sainz (Toro Rosso) y Fernando Alonso (McLaren-Honda) fueron undécimo y decimocuarto, respectivamente, en una sesión sin incidentes, tiempo seco y 28 grados centígrados en el ambiente, 45 en el asfalto.
Hamilton dejó pasar apenas 20 minutos hasta aportar el primer registro competitivo, un tiempo de 1:13.182. Rosberg se quedaba a 441 milésimas; aunque en la siguiente mejora se acercaba a tan solo 30 milésimas de 1:13.157 posterior de su compañero.
Cuando se cumplía la primera media hora de sesión, el ruso Serge Sirotkin, que estaba probando el Renault del danés Kevin Magnussen, se quedó con el motor parado en la llegada a la meta y consiguió acercar el coche a duras penas a la calle de garajes.
