Río de Janeiro.— Después de salir con un semblante derrotado, Rommel Pacheco señala que no va a tomar decisiones “cuando tengo la cabeza caliente”. Lo único que advierte es que no se va a retirar de los clavados.

“Ahorita no quiero pensar en nada, pero no me retiro. Voy a seguir adelante y a ver cómo se dan las cosas. Vamos a ver cómo evolucionamos de aquí en los próximos años”, revela el clavadista.

Al tener 30 años, Pacheco sabe que la veteranía le puede comenzar a cobrar factura y mermar su rendimiento. Duda si llegará a Tokio 2020, los próximos Juegos Olímpicos, porque acudiría con 34 años.

“Tengo que platicar con Ma Jin [su entrenadora], porque tenemos que ver el futuro. Ella también me va a decir cómo nos vamos a manejar. Este ciclo la verdad es que fue muy pesado, me sentí muy bien, pero vamos a meditarlo”, comparte.

Aún con el séptimo lugar en la final de Trampolín de tres metros, Rommel no perdió fans en Río de Janeiro. Hubo un grupo de aficionados con las banderas de México que corearon el Cielito Lindo al atleta. El clavadista agradeció el gesto, porque no se sintió solo ante su fallido intento por una medalla.

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