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alejandro.rodriguezd@eluniversal.com.mx
Alcanzar la quinta corona en el Abierto Mexicano de tenis no es una obsesión para el español David Ferrer. El ganador de las versiones 2010, 2011, 2012 y 2015 prioriza el encontrar el ritmo vencedor en este inicio de temporada que romper este récord del torneo guerrerense. Eso sí, reconoce que Acapulco es uno de sus certámenes favoritos del año.
“Estoy tranquilo con esta marca. Tengo emoción por el hecho de estar de vuelta en Acapulco y nada más. Debo pensar en el primer partido y, a partir de ahí, ir poco a poco. Para ganar un torneo siempre es difícil y se tienen que dar muchas cosas. Siempre que empieza un certamen no pienso más allá del próximo partido”, comparte Ferrer en entrevista con EL UNIVERSAL.
David se pasea a lo largo del complejo Princess con naturalidad. Llega al lugar pactado para la charla casi por inercia. Esta versión de 2016 se trata de su décima aparición en el Abierto en donde marcha con una marca de 29-5 y el récord empatado de cuatro Guajes de Plata levantados con el austriaco Thomas Muster, que ganará el certamen de 1993 a 1996.
Más allá de esta marca histórica, lo que más aquilata el valenciano es el poder disfrutar de las facilidades que encuentra en el torneo mexicano. Se deja consentir y, cada que sale a la cancha, los aficionados le muestran su cariño. Quizás el único momento que le voltearon bandera fue cuando regresó el hijo pródigo del torneo, Rafael Nadal, en 2013.
“Lo que más me gusta son las facilidades que me ponen. Me siento como en casa. La gente me trata muy bien y estoy tranquilo. Además, siempre me ha gustado jugar en pista rápida. A eso se suma que Raúl Zurutuza siempre me ha dado un buen trato y me llevo bien con él. Por eso, arreglo mi calendario para estar aquí pese a que los viajes son muy largos. Acapulco, dentro de los Top 500, es mi favorito”.
Cuando en 2014 el torneo cambió las canchas de arcilla a duras, Ferrer fue una de las pocas raquetas que se mantuvo fiel con su asistencia. Y, en comparación de Muster, se trata del único tenista en la historia del Abierto Mexicano que se ha coronado en dos superficies distintas.
“Yo me siento muy contento de haber ganado tanto en la superficie de tierra, como en la cancha rápida, pero no le doy muchas vueltas al asunto”, admite.
Como máximo sembrado del certamen, Ferrer no ha tenido un buen inicio de temporada en donde suma cinco torneos previos sin poder sumar ninguna final. No obstante, la raqueta de 33 años no se desespera y prefiere aquilatar los resultados positivos.
“No diría que he tenido un arranque de temporada mala, tampoco sobresaliente, pero sí notable. He hecho cuartos de final en Australia, he estado cerca de hacer alguna final pero no he sido lo regular tenísticamente que he hecho en otros años. Estoy tranquilo. El jugar bien tenis no es fácil y en eso estoy. Ando buscando el camino en este torneo para tomar mi ritmo y tener una línea constante”, enfatiza.
Hoy inicia su participación en la justa cuando enfrente al austriaco John Millman en un torneo en donde espera caiga su primer título del año. Antes de despedirse, David reconoce que el representar a España en los Juegos Olímpicos 2016 es posiblemente su meta más anhelada de la temporada
“Los Juegos Olímpicos siempre me llaman la atención porque son cada cuatro años y seguramente serán los últimos de mi carrera, así que me hace especial ilusión el poder disputarlos. Haremos lo posible por llegar a ellos y pelear por una medalla”, finaliza.