La estrella del football Tom Brady aseguró que todos han salido perjudicados del escándalo de balones desinflados, pese a que finalmente un juez le levantó la sanción de cuatro partidos impuesta en un primer momento.
"Aunque estoy encantado de poder jugar de nuevo, siento que nuestra liga tenga que soportar esto. No creo que haya sido bueno para nuestros deporte. En cierta manera todos hemos perdido", dijo Brady en un mensaje publicado la noche del viernes en su cuenta de Facebook.
Richard M. Berman, juez del distrito de Nueva York, levantó el jueves la sanción de cuatro partidos que la liga de futbol americano (NFL) impuso a Brady por su implicación en el escándalo de las pelotas ilegalmente desinfladas la temporada pasada, conocido en Estados Unidos como "Deflategate".
El juez alegó que el castigo contra el quarterback de los New England Patriots se basó en "significativas deficiencias legales",
pero no entró a determinar si Brady es culpable o inocente. La decisión, que será recurrida por la NFL, supone que Brady pueda disputar el día 10 el primer partido de la temporada entre los Patriots, actuales campeones, y los Pittsburgh Steelers.
La NFL consideró en mayo que la implicación de Brady en el escándalo suponía una "conducta perjudicial" para la integridad de la liga. Así lo señaló en un informe de 243 páginas sobre la investigación iniciada al conocerse que los Patriots desinflaron las pelotas empleadas en el partido que ganaron por 45-7 a Indianapolis Colts el 18 de enero.
El triunfo les dio el pase al Super Bowl, en el que conquistaron el título de campeones al vencer a los Seattle Seahawks y en el que Brady fue elegido MVP.
Según la investigación, Brady "conocía al menos de modo general las actividades inapropiadas" de dos empleados encargados de rebajar el aire por debajo de lo permitido. Ambos trabajadores fueron suspendidos de forma indefinida.
Una pelota con menos aire del reglamentado es más fácil de agarrar, sobre todo en condiciones meteorológicas adversas de lluvia y frío como las de aquel domingo de enero en Foxborough, cerca de Boston.
Durante la investigación, el quarterback se negó a entregar sus datos de llamadas, mensajes de texto y correos electrónicos a la investigación, pero el registro telefónico de uno de los empleados de los Patriots mostró que las llamadas con Brady aumentaron después de que las primeras sospechas se hicieran públicas. Tras seis meses de silencio entre ambos, hablaron por teléfono seis veces en tres días.
Además de ser el marido de la modelo brasileña Giselle Bündchen, Brady, de 37 años, es uno de los grandes quarterbacks de la historia del fútbol americano y una celebridad en Estados Unidos.
Ha jugado seis Super Bowls, tiene cuatro títulos, es uno de los dos jugadores con tres premios MVP en las finales y ostenta los récords de yardas ganadas y de pases para touchdown en los playoffs.
"Espero que la atención de los fans de la NFL pueda volver adonde merece", dijo Brady en Facebook a la vez que agradeció al juez Berman su decisión.