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Silvio Romero decidió correr el riesgo desde los 11 pasos. Para el argentino estaba latente el recién penalti fallado a lo Panenka contra los Pumas y los abucheos de su afición. Ayer por la noche, el delantero argentino encontró la reconciliación con un doblete, para que América remontara a los Potros de la UAEM (2-1).
El conjunto universitario sometió a las Águilas en la primera media hora de juego. Llegadas por los costados exhibieron a un adormilado conjunto azulcrema. Apenas cuatro minutos y un remate del defensa Edgar Dueñas, desde media cancha, sorprendió al portero suplente de las Águilas, Oscar Jiménez, quien ligeramente adelantado vio angustiosamente cómo la bola pegaba en el poste.
Pero América siguió sin atender a la visita. El descuido le costó a los locales remar contra la corriente, con un gol de Juan Carlos Morales (18’).
Pasaron 14 minutos y el Chino Romero empezó a saldar su deuda tras vencer al meta Leonín Pineda, por la vía del penalti.
La urgencia por remontar hizo que el técnico americanista Miguel Herrera moviera sus piezas. Ingresó a Oribe Peralta y sacó a William da Silva (62’), pero mantuvo la fe en Romero, señal de que América estaba obligado a sumar de a tres, en el Azteca.
La redención llegó. Silvio, con servicio al área de Darwin Quintero, no perdonó y con remate de zurda firmó la remontada (79’), en una noche donde sufrieron de más. Una actuación que dejó opacado el debut del último refuerzo del Nido de Coapa, el del colombiano Mateus Uribe.
“Sí se nos complicó, pero por suerte ganamos, que era el objetivo. Estoy contento porque me hacía falta reencontrarme con el gol, contento por participar.
“Más allá de la valentía, lo importante fue el apoyo de mis compañeros y de Miguel [Herrera], contaba con eso, Darwin con la pelota, me apoyó la gente”, expresó el argentino a Televisa, en una noche donde cambió abucheos por ovaciones.