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La noche del 8 de junio, muchos jugadores se quedaron sin club, sin empleo. Fue la noche en que Jaguares de Chiapas fue desafiliado.
La falta de liquidez económica de la familia López Chargoy, provocó que la Federación Mexicana de Futbol desechara al equipo sureño y dejara a la deriva a decenas de futbolistas que pertenecían a ese club.
Es el caso de César Villaluz. Quien fuera campeón del Mundo Sub-17 en 2005, acabó contrato con Celaya en la Liga de Ascenso y cuando trató de regresar a Chiapas, dueño de sus derechos, se encontró con esa noticia. “Hablé con el señor Carlos [López Chargoy], me dijo que me iban a colocar, pero en la madrugada salió la noticia de que los desafiliaban y ya no supe de ellos”.
Sin saber a quién recurrir, sin ofertas de ningún tipo, Villaluz se encuentra parado por segunda vez en su carrera. “Entreno con una segunda división de Tepatitlán, propiedad de Raúl Arias, quien me dio oportunidad para ver si de aquí a septiembre se puede dar algo… Lo veo difícil, los clubes ya están armados”.
El volante analiza opciones, “parece que hay ofertas en Centroamérica, muchos de mis compañeros se han ido para allá. Ojalá se dé. Estoy joven y con muchas ganas de hacer lo que sé”.