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Los festejos por un título más en la Copa del Rey se quedaron en el Vicente Calderón. El Barcelona no realizará una celebración en la Ciudad Condal por la vigésimo novena copa alcanzada contra el Alavés (3-1), ni los jugadores cobrarán una prima por el título.
Los premios esta temporada estaban estipulados si el primer equipo lograba la Liga o la Liga de Campeones. Para cobrar por la Copa del Rey necesitaban la combinación de esta última con alguna de las dos primeras.
La idea de celebrar la Copa por las calles de Barcelona iba ligada a si el club hubiera alcanzado otro título, pero el equipo azulgrana cierra el curso sólo con la Copa del Rey, además de la Supercopa de España.
Por tanto, festejarán el título en privado en Madrid y los espontáneos que puedan aparecer en el aeropuerto de la Ciudad Condal a su regreso.
El conjunto azulgrana finalmente se dio una alegría en su último partido de la temporada, que también sirvió para cerrar la etapa de Luis Enrique como técnico. Messi y dos latigazos antes del descanso se encargaron de decidir su tercer título consecutivo de Copa ante un modesto Alavés que poco pudo hacer ante esta gran versión de Messi.
La derrota no empaña la gran temporada del equipo de Mauricio Pellegrino, un recién ascendido que no sufrió para lograr la permanencia en la Liga y que pudo disfrutar de una final.
“¿Tristeza, porque este ha sido mi último partido? En absoluto, alegría total. A mí me va a venir de maravilla y creo que a los jugadores y al equipo también”, fue la manera en que se despidió Luis Enrique al término de este partido.