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Atlético de Madrid se clasificó hoy a las semifinales de la Liga de Campeones de futbol por tercera vez en los últimos cuatro años al eliminar al Leicester con un empate 1-1 en Inglaterra.
El Atlético defendió así con éxito el 1-0 que logró en la ida hace una semana en Madrid y el viernes conocerá a su rival en la ronda de los cuatro mejores.
Los entrenados por el argentino Diego Simeone se adelantaron en el King Power Stadium de Leicester con un gol de Saúl Ñíguez en el minuto 26 y Jamie Vardy empató en el 61'.
Los locales apretaron tras el tanto de Vardy, pero desaprovecharon varias ocasiones claras y se acabaron despidiendo de su primera experiencia europea tratando de tú a tú a un equipo tan poderoso y fiable como el Atlético.
El conjunto rojiblanco se ha convertido en las últimas temporadas en un fijo en las instancias finales de la máxima competición del fútbol europeo. Fue finalista en 2014 y 2016 -perdió en ambas ocasiones ante el Real Madrid- y cayó en cuartos de final en 2015.
Ahora está de nuevo entre los cuatro mejores equipos del continente tras eliminar al campeón de la Premier League, un Leicester que puso así punto final a su aventura europea. Acabó primero en su grupo y después tumbó en octavos al Sevilla, pero el Atlético fue un rival demasiado duro.
Se preveía una eliminatoria con pocos goles y decidida por la mínima. Y así fue: pasó el Atlético, que rentabiliza como nadie los tantos anotados.
Con la idea de defender con más garantías las contras de los ingleses, Simeone quitó a un delantero y metió a un mediocentro más, el uruguayo José María Giménez, respecto al equipo que venció 1-0 en la ida.
El entrenador del Leicester, Craig Shakespeare, avisó en Madrid que su equipo tendría que tener más ocasiones en la vuelta si quería superar al Atlético. Y los campeones de la Premier League hicieron caso a su técnico.
El Leicester acumuló muchas llegadas, sobre todo después del gol visitante, que marcó Saúl. El volante español, héroe hace un año en semifinales ante el Bayern, remató un preciso centro de Filipe Luis al palo largo y puso en ventaja al Atlético. La eliminatoria estaba prácticamente sentenciada, pues el Leicester tenía que meter tres tantos a una de las mejores defensas del continente.
Los locales habían tenido varias ocasiones claras para irse al entretiempo con un empate, pero el Atlético castiga como pocos.
Tras el descanso, Shakespeare colocó una defensa de tres. Sólo le quedaba arriesgar en busca de la remontada.
El español Juanfran se lesionó el muslo derecho en el minuto 55 y fue sustituido por Lucas Hernández. Y cuando el futbolista francés llevaba apenas unas jugadas en el campo llegó el gol de Vardy.
El delantero inglés aprovechó un rechace en el área tras un disparo de Ben Chilwell, que acumuló muchas llegadas por la banda izquierda en la segunda mitad. Vardy era la gran amenaza del Leicester, con el que había marcado seis goles en las últimas siete jornadas de la Premier.
Y el tanto despertó al Leicester, que disfrutó de varias ocasiones para colocar el 2-1. Tuvo el gol el argentino Leonardo Ulloa en el 65'. Tuvo el gol Vardy en el 68. Tuvo el gol Ndidi en el 69. Y Mahrez tiró una falta que se fue por centímetros en el 76.
Fue por momentos un asedio del Leicester, pero ninguno de ellos acertó. Y cuando un equipo perdona al Atlético, lo acaba pagando.
hgm