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daniel.blumrosen@eluniversal.com.mx
Por más que la hoy pospuesta décima jornada del Clausura 2017 se jugará irremediablemente, existe un daño que podría no resarcirse: la pérdida económica que genera el funcionamiento de los estadios que albergarían los partidos, así como lo invertido por los clubes que viajaron para ser visitantes viernes y sábado.
Javier Salinas, experto en marketing deportivo, asegura que —de entrada— la merma económica para la hoy llamada Liga MX asciende a 50 millones de pesos.
“Que se reponga [la jornada] no quiere decir que va a ser lo mismo, porque es probable que se haga entre semana o en una fecha FIFA, así es que nunca va a ser lo mismo”, sentencia el también ex directivo de la Liga y la Federación Mexicana de Futbol, entrevistado vía telefónica. “A bote pronto, las pérdidas son de alrededor de 50 millones de pesos. Aunque una parte pueda recuperarse, el daño está hecho.

“Ese dinero que se pierde es porque, más allá de que se reprogramen los partidos, tú ya gastaste. Los clubes ya gastaron, se contrata la seguridad, muchos de los taquilleros están en sindicatos y tendrá que haber doble pago. Ayer [viernes] la gente se presentó a trabajar [al estadio Luis de la Fuente en Veracruz], así es que debes pagarles, se realice o no el partido. Tuviste que llenar los tanques de agua, poner en condiciones el estadio... Sí hay un gasto”.
Aunado al mazazo a la imagen de la Liga que representa experimentar esta situación.
Salinas comparte que “afecta en varios ángulos. El primero es hacia la marca. Obviamente, ningún patrocinador quiere asociarse con una Liga o concepto donde haya este tipo de ruido, asuntos de paros y situaciones así.
“Por otro lado, las primeras afectadas son tres áreas: proveedores, las personas que trabajan en el entorno de un partido de futbol, las cuales aproximadamente son mil 500 personas, y después los medios de comunicación...”.