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El portugués Cristiano Ronaldo y el francés Karim Benzema, autores de los tantos del último triunfo del Real Madrid en el Camp Nou, son las amenazas goleadoras para el Barcelona en el Clásico, en un estadio en el que quieren volver a mostrar su pegada autores de 14 y ocho dianas a su gran enemigo.
Cristiano llega a la gran cita con el deseo de volver a ser determinante en un partido que demuestre las razones por las que es el gran favorito al 'Balón de Oro'. Benzema necesita de un partido brillante ante un rival poderoso para volver a reivindicar su importancia en el Real Madrid. Los dos saben cómo conquistar el estadio del eterno rival, autores de los tantos del 1-2 del último precedente.
El portugués firma 16 goles en 25 Clásicos disputados. Ha marcado en catorce de ellos y diez en el Camp Nou. Es el segundo máximo artillero de los duelos madridistas ante el Barcelona, a solo dos tantos de Alfredo Di Stéfano al que quiere igualar.
"No tengo que dar ningún mensaje personal a Cristiano, hablo siempre con él pero es muy profesional y sabe exactamente como preparar el partido. Se conoce muy bien y al mismo tiempo lo que a mi más me interesa es que es muy importante para todos nuestros jugadores porque su energía es tremenda", valoró Zinedine Zidane en la víspera del encuentro en el Camp Nou.
"Me alegro porque veo a Cristiano contento, muy alegre y metido para conseguir cosas. Lo ha conseguido todo este año y todavía tiene hambre. Eso es bueno para el grupo", añadió.
Benzema, por su parte, está a cuatro tantos de entrar en los cinco primeros gracias a sus ocho goles firmados en 24 partidos ante el Barça. De media tijera marcó su último gol en el Camp Nou y en el presente, tras marcar el tanto del triunfo en Lisboa ante el Sporting de Portugal, necesita brillar para silenciar críticas.
"Sabemos la importancia de Karim, lo que hace en el campo es evidente que nos da muchísimo y más en un partido así. Hay jugadores como él o Cristiano que en estos partidos son referentes. Nos puede dar muchísimo en su posición favorita", defendió Zidane.
