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El futbol puede esperar. Este martes es día de elecciones.
La sede del juego entre Estados Unidos y México, no se calienta, y cómo va a ser, si la temperatura es de 7 grados y baja y baja... Nadie habla de futbol, habla de donde ir a votar, habla de esperar al esposo que trabaja para ir en familia a depositar su elección.
Mas, afuera del hotel donde la Selección se alberga, aficionados mexicanos, de esos que no votan porque no tienen derecho ni papeles, aguardan entre la lluvia y la baja temperatura por un minuto de alegría, por ver pasar a sus ídolos para robarles una foto, un autógrafo, una sonrisa. Esa es otra historia.
Es día de elecciones, y en el centro de veteranos, un hermoso edificio situado en el centro de la ciudad, los sets de las distintas televisoras están instalados ahí. Reporteros y enviados se preparan para dar lo más pronto posible la noticia esperada, y no es la alineación que Juan Carlos Osorio presentará ante los estadounidenses, sino quién será el próximo presidente.
El negocio de la información camina. Hay un reportero, un equipo que se alquiló para tres diferentes países: India, Filipinas y Corea; él será la voz que les comunique cómo van las votaciones. A su alrededor un par de personas oriundos de Europa del Este caminan portando dos cartulinas… “Save Allepo” y “Stop Russia”, en referencia a una ciudad Siria que fue atacada por armas químicas por las fuerzas rusas. Muchos los ven, pero pocos les hacen caso. Las casillas de votación se instalan en iglesias y escuelas. Es día de elecciones... El futbol puede esperar.
