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Tigres perdió la oportunidad de subir de lugar en la clasificación al caer ante los Gallos Blancos de Querétaro por 1-2, pero sobre todo preocupa a su afición por la pobreza en funcionamiento que ha mostrado el equipo de Ricardo Ferretti en las últimas jornadas del torneo.
El verdugo fue Gallos, el equipo de Víctor Manuel Vucetich que reaccionó muy tarde en el campeonato, ya que después de haberse llevado el torneo de Copa MX, ante el Guadalajara, repuntó y comenzó a sumar puntos, pero no le alcanzó para meterse entre los mejores del torneo.
Lo peor de todo es que el equipo norteño se vio por momentos apático, como si con la camiseta fuera suficiente para llevarse el triunfo. Querétaro demostró que no, que para derrotarlos había que meter un poco más.
Querétaro se fue arriba en el marcador con un gran remate de Yerson Candelo, quien desde fuera del área cazó al siempre adelantado Nahuel Guzmán.
Tigres herido en su orgullo se fue encima en busca de la igualada para colocarse como mínimo como segundo lugar de la tabla, pero ante tanta insistencia descuidó su parte defensiva y Camilo Sanvezzo, quien ya está totalmente recuperado de aquellas lesiones que lo dejaron fuera de la cancha por más de un año, “vacunó” a los felinos con un tiro raso.
A la desesperada los Tigres trataron de lavar su honra y recortar de primera mano el marcador. Tuvo que aparecer el francés Andy Delort para, con remate con la cabeza, acercar a su equipo.
Pero ya no se pudo hacer más.
El brasileño Tiago Volpi volvió a bajar la cortina, el “Rey Midas” Vucetich ordenó cerrar las puertas y Gallos se fue a su casa con el orgullo limpio, y con muchas esperanzas de que para el próximo torneo, pueda cantar de forma fuerte en la Liguilla.