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Un golazo de Darmián Escudero y un cabezazo de Álvaro Navarro cavaron la nueva tumba de la Máquina.
En el 37, con una falta innecesaria del zaguero celeste Julián Velázquez, llegó el primer grito de gol en el Azul. El volante argentino Damián Escudero tomó el esférico y, con su pierna izquierda, lo colocó en el único lugar donde Corona no llegaría nunca.
Un minuto antes del término de la primera mitad, Aldo Ramírez hizo el empate, tras un rebote en un tiro de esquina.
El comienzo de la segunda parte arrancó con un Cruz Azul volcado al frente. La defensa poblana se mareó con los ataques de Benítez, Guerrón y Christián Giménez.
El arbitraje volvió a dar de que hablar. El central Eduardo Galván Basurto no amonestó al zaguero Robert Herrera por jalar notablemente de la camiseta al delantero de la máquina, Benítez, quien se dirigía solo al área rival, mas el paraguayo no se cayó y continuó la jugada que acabó en las manos de Campestrini. De acuerdo con el reglamento, defensa uruguayo debió de ser pintado de amarillo.
El nivel de juego bajó después de la mitad de hora. Los jugadores de Cruz Azul insistían en su poderosa delantera, pero Guerrón simplemente no daba una y se convirtió en una tabla que rebotaba balones. Con los abucheos del público, fue sustituido por Jonathan Cristaldo, quién paso por desapercibido.
Todo indicaba que Puebla se llevaba el empate de la Ciudad de México, pero el partido concluyó con un gol del uruguayo Álvaro Navarro, y mejor tomaron la victoria.