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edgar.luna@eluniversal.com.mx
El 66 Congreso de FIFA será inaugurado este día en el Auditorio Nacional por Gianni Infantino, flamante presidente del organismo y quien tiene como consigna principal limpiar la imagen del futbol a nivel mundial.
Con la ola de corrupción que azotó a la FIFA hace apenas un año y que le costó la cabeza al hasta entonces ‘intocable’ Joseph Blatter, tuvieron que introducirse reformas para hacer transparentes los movimientos de índole financiero, además de los procedimientos para otorgar sedes a los diferentes campeonatos del mundo, ya que las designaciones a Rusia 2018 y Qatar 2022 dejaron muy mal parados los procesos de elección.
“Caímos en lo más bajo”, aceptó Infantino, quien también resalta que después del ciclón “la FIFA está más limpia que nunca. Las reformas han servido para que todos los dirigentes, futbolistas y patrocinadores estén más tranquilos y vuelvan a confiar en nosotros”.
Además de las reformas de carácter administrativo, en el Congreso se tocarán también nuevos puntos a cumplir para aspirar a ser sede de una Copa del Mundo.
Concacaf. El organismo también celebrará su congreso con la consigna de buscar la unión, de que de una vez por todas la Confederación del Norte, Centroamérica y el Caribe de Futbol jale para un lado y se dejen de dar golpes por debajo de la mesa.
Desde que México dejó la presidencia de la zona en 1990, con la salida de Joaquín Soria Terrazas, ésta ha sido gobernada por dirigentes caribeños, siendo Jack Warner de Trinidad y Tobago, quien junto a Chuck Blazer su secretario general, la hundió en la corrupción.
Punto álgido será la elección del nuevo presidente. Son dos los candidatos, Víctor Montagliani, de Canadá, y Larry Mussenden, de Bermudas.
Estar al frente de la Concacaf, reconoce Montagliani, “es más complicado de lo que parece. Los problemas [de corrupción] afectaron a todas las zonas: Caribe, Centroamérica y Estados Unidos, y creo que es hora de poner un punto final a esto y unirnos, ya no vernos mal”.
Además de las cuestiones deportivas, como desarrollar el futbol en áreas pobres como las islas, el directivo tiene pensado revisar a conciencia “los contratos de televisión, para que así todo lo que firme la Concacaf sea mucho más competitivo y atractivo para la Confederación”.
Sobre la elección, dijo que aceptará cualquier resultado, ya que considera a su rival como “un amigo, una buena persona, honesta, pero esto no es cuestión de amistad. Mi mamá es buena persona, pero no va a ser presidenta de la Concacaf. Queremos un persona con experiencia, negocios, que sepa idiomas y mucha cultura. Es el momento de tener el cambio”.
Aseguró que él es un empresario que tiene “las manos limpias. Lo que tengo es gracias a mi trabajo, tengo integridad y transparencia”, afirmó.
