Pachuca y Guadalajara se quedaron con las ganas de festejar. Empate a un gol que deja en suspenso la clasificación de ambos en un juego lleno de intensidad y poca claridad, entre los equipos que mejor manejan las fuerzas básicas en el futbol mexicano.

Los Tuzos llegaron a 26 unidades y se quedaron en la línea de entrar a la Liguilla, en tanto que las Chivas llegaron a cinco juegos sin perder y a 22 puntos, con esperanzas muy claras de llegar a las finales.

Fue un primer tiempo lleno de vértigo, de velocidad y poca pausa, de mucha intensidad y de poco pensar que ofreció pocas llegadas de peligro, pero muchas de roce, de choque en dos equipos llenos de hambre por el triunfo y por agradar.

Los estilos de los conjuntos, llenos de juventud y derroche chocaron y provocaron que de cierta forma se neutralizaran.

Aun así, las Chivas lograron tocar la puerta con sendos remates de Carlos Peña e Isaac Brizuela que pusieron a trabajar al veterano portero de los Tuzos: Óscar Pérez.

Fue hasta la segunda parte cuando se soltaron el pelo ambos cuadros y los espacios se abrieron.

Hirving Lozano fue el que se encargó armar el primer gol del juego. Durante 48 minutos, Jesús Sánchez le hizo una marca casi perfecta, hasta que con una pared logró desprenderse del ‘Chapo’ para ponerle medio gol a Rodolfo Pizarro, que sólo empujó el balón a las redes.

Chivas reaccionó de inmediato y a base de entrega empujó al Pachuca a su terreno de juego para propiciar el penalti de Omar González sobre Saldívar que el ‘Gullit’ convirtió en gol para igualar el juego.

De nueva cuenta el partido se emparejó, pero ahora con oportunidades para ambos lados, hasta que Lozano provocó de nueva cuenta una falta del ‘Chapo’, que se fue expulsado por doble amonestación.

Los Tuzos olieron sangre y se fueron encima de las Chivas. Ariel Nahuelpán volvió a las canchas después de una larga ausencia por lesión y el bombardeo comenzó sobre la cabaña de Rodolfo Cota.

Guadalajara soportó el acoso. Omar Bravo y la ‘Chofis’, elementos de ataque que entraron de cambio, se sacrificaron por el equipo desgastándose con trabajo defensivo, lo que ayudó a que el agobio no fuera tanto como se había presupuestado.

Llegaron los minutos finales y el juego se igualó hasta en expulsados cuando el colombiano Stefan Medina también vio la tarjeta roja.

Todo cambió y en la última jugada del partido Guadalajara pudo llevarse la victoria cuando Peña en un remate con la cabeza mandó la pelota al larguero, estremeciendo a todo el Hidalgo.

No hubo tiempo para más. Partido lleno de vértigo. Partido lleno de intensidad pero poca claridad. A veces tanta velocidad necesita algo de pausa, y eso no llegó en el Pachuca-Guadalajara, el empate un gol fue un justo premio para ambos equipos que aún no cierran su calificación a las finales del Clausura 2016.

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