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hector.morales@eluniversal.com.mx
Moisés Muñoz trata de mantener la tranquilidad. Sabe que un portero en la banca pierde virtudes, ritmo y, en su caso, acepta que le ha pegado ser relegado de la portería del América.
Apenas pudo volver a la titularidad ante Santos en la semifinal de ida de la ‘Concachampions’, pero parece que volverá a la suplencia en la Liga MX. Hugo González será el estelar para el entrenador, Ignacio Ambriz.
“Son decisiones del técnico [quién arranca los partidos]. Lo más importante es que el equipo gane. Afortunadamente hemos conseguido triunfos contra Seattle, en el Clásico y frente a Morelia. El equipo está por encima de cualquier jugador”, asume Muñoz.
Pero Moi señala que ha tenido repercusiones por la falta de continuidad que padeció en los últimos encuentros.
“El hecho de estar fuera en algún tiempo te puede llegar a pegar en la noción de cómo pararte, de cómo jugar y recorrer tu área. Me sentí tranquilo, bien”, describe el veterano guardameta.
El tiempo comienza a correr en contra de Muñoz. Pasan los días y luce condenado a dejar el Nido de Coapa. Hay rumores que ponen su destino en la MLS de Estados Unidos. Su futuro está en suspenso.
Al observar el semblante del meta americanista se nota la desazón de verse condenado a la banca y sólo jugar el torneo de la Concacaf. Le quedarían, si América llega a la final, tres partidos como portero emplumado.
Está por terminarse el semestre futbolístico y Moisés Muñoz puede irse por la puerta de atrás del Club América.