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La definición de Matías Almeyda, técnico del Guadalajara, consta de sólo tres palabras: “Duelo de gigantes”. Realmente, eso es. Independientemente del momento futbolístico que vivan. Sin importar las distintas realidades que atraviesan. El Clásico Nacional entre Chivas y América es eso, el enfrentamiento entre los dos más grandes clubes del país.
Y este domingo se verán nuevamente las caras, en punto de las 19:30 horas, en el por ahora llamado Estadio Chivas, dentro de la décima jornada del Torneo Clausura 2016. Realidades opuestas: mientras el Rebaño Sagrado necesita la victoria para alejarse del descenso y aferrarse a sus últimas esperanzas de calificar, las Águilas la requieren para pelear la parte alta de la clasificación.
El orgullo del país en disputa. Las dos instituciones de mayor arrastre en México, cara a cara. Lo dicho: un duelo de gigantes cuyo significado va más allá de lo que ocurre sobre un terreno de juego. El Clásico Nacional tiene un peso social distinto. No hay otro encuentro que signifique tanto a lo largo de toda la República.
“Un Clásico emociona, todos estos partidos tienen algo especial, yo digo que es la fiesta del futbol. Los Clásicos tiene muchas historias, pasión, se dan pocas veces en el año y son duelos que quedan para siempre grabados en la memoria de la gente, en la del club, es muy lindo participar en ellos, en definitiva todos nosotros los jugamos y la gente también. Transmitirle alegría a miles de personas es algo invaluable, con esa mentalidad hay que encararlo”, explica Matías Almeyda.
El argentino ya ha probado el Súper Clásico del futbol mexicano. Fue el 26 de septiembre del año pasado. Acababa de tomar el timón del Rebaño Sagrado, en sustitución de José Manuel de la Torre. Chivas llegaba como marcada víctima. Dos goles de Omar Bravo en la cancha del Estadio Azteca dieron el triunfo a los rojiblancos por 2-1. Es el último antecedente de esta histórica rivalidad.
“Se me pone la piel diferente. Fue el segundo partido nuestro aquí, el reto era difícil y ganamos un gran partido, los jugadores dieron el plus que se necesita en estos encuentros y le pudieron dar una alegría a la gente. Nosotros pudimos disfrutar de eso también. Estos partidos marcan historia y son especiales, hay que hacer todo por ganarlos para que se consiga lo que se desea. Queremos marcar historia de nuevo”, sentencia Almeyda.
Pero aunque el último recuerdo es feliz para el Guadalajara, cuando el Clásico Nacional se disputa en su casa, los antecedentes no son tan halagadores. Sólo una vez, la primera vez que enfrentó a las Águilas en su nuevo estadio, pudo salir con la victoria. Después, tres victorias para los capitalinos y un empate. Una de esas derrotas, por 4-0.
Así, la oportunidad también se presenta para el técnico del América, Ignacio Ambriz, quien necesita un golpe de autoridad que termine por fin de brindarle confianza absoluta a su proyecto, que se mantiene, prácticamente desde que comenzó, pendiente de un hilo. Las dudas inundaron su llegada. Y hasta hoy, no ha podido sentirse seguro en su puesto, ni por resultados, ni por forma de juego.
“Cada uno genera su polémica, pero desde mi punto de vista y lo veo con todos ustedes, la prensa, hay más críticas, hay más presión en América. Hoy defiendo los colores del América con mucho profesionalismo, pero de alguna u otra forma y sin temor a equivocarme, hay más polémica y más presión aquí”, dijo Ambriz durante la semana previa al Clásico.
Debe saber de lo que habla. El técnico de las Águilas dirigió al Guadalajara sin mucha fortuna, en el Torneo Clausura 2012, en el que se mantuvo al frente del Rebaño Sagrado tan sólo por 12 jornadas, en las que consiguió cuatro triunfos, tres empates y cinco derrotas. Ahora, está del otro lado.
Y así, los ingredientes están ahí, listos para cocinar un Clásico Nacional que se espera no defraude. Guadalajara y América se ven de nuevo las caras. El Estadio Chivas será el escenario. Sin importar el momento que vivan: un duelo de gigantes.
Salcedo, en duda
Por una molestia muscular, el defensa central de Chivas, Carlos Salcedo, se mantiene en duda para el Clásico Nacional de este domingo ante el América. Si no se recupera el futbolista que apenas el domingo pasado contrajo matrimonio, su lugar sería ocupado por Hedgardo Marín. La otra modificación en el cuadro titular será el regreso del capitán Omar Bravo.