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Con goles de los mexicanos Carlos Vela y Diego Reyes, la Real Sociedad vapuleó al Espanyol (5-0), en el cierre de la fecha 23 en la Liga española.
La victoria, como visitante, fue la más aplastante de la temporada para el club vasco, que escaló al undécimo puesto de la tabla.
Con el delantero quintanarroense como protagonista, el cuadro donde militan los futbolistas tricolores liquidó el partido, al marcar dos goles, en los primeros ocho minutos.
Un pase en profundidad de Vela dejó en evidencia a la zaga de los Periquitos, permitiendo que su socio de ataque, Jonathas, abriese el marcador (5’), con un remate desde el borde del área.
Tres minutos después, el chico que fue campeón del mundo Sub-17 —hace 11 años— se encargó de aumentar la diferencia. Recibió un pase medido de Rubén Pardo, se enfiló por la derecha y definió con una exquisita vaselina, elevando por encima del meta Giedrius Arlauskis.
La Real Sociedad sacó los colores, en un encuentro que puede marcar el futuro de Constantin Galca en el banquillo del equipo catalán.
Fue un monólogo. La fantástica definición de Vela indignó a los aficionados que acudieron al estadio Cornellá-El Prat. La zaga blanquiazul, con dos novedades, Ciani y Fuentes, no impidió la debacle.
Absolutamente desconcertado, el ataque del Espanyol no era capaz de sorprender. El 0-2 había roto el orden de los pupilos de Galca, con graves dificultades en la circulación e imprecisiones constantes. Gerard Moreno, referencia arriba en ausencia del ecuatoriano Felipe Caicedo, quien está lesionado, no recibía algún balón peligroso.
La Real estaba muy cómoda a la contra e incluso estuvo a punto de engordar el marcador con un disparo cruzado de Jonathas. Del anfitrión no había noticias: su versión era gris. El director técnico rumano intentó cambiarla dando entrada a Burgui por Hernán Pérez y, de forma sorprendente, a Pau por Arlauskis bajo los palos, tras el descanso.
De todos modos, y pese a la ovación con la que los seguidores locales recibieron al nuevo portero, los jugadores de Eusebio sentenciaron, de nuevo, en tiempo récord. En el (51’) marcó Oyarzabal, tras una triangulación en el área, y en el 55’ Diego Reyes, al rematar adecuadamente un saque de esquina.
Primera anotación del defensa central en la llamada ‘Liga de las Estrellas’, lo que explicó la efusividad de la celebración.
El partido estaba completamente resuelto y la imagen del Espanyol, por los suelos. Los silbidos de la grada cada vez crecían más. Todas las opciones de los catalanes eran tímidas, sin veneno. Y aún hacía falta la estocada. El quinto, de Jonathas, con un latigazo desde el área pequeña (89’) tras varios intentos. Una ‘manita’ clamorosa, con los jugadores mexicanos del equipo visitante en roles protagónicos.
El guión estaba escrito desde los ocho primeros minutos y acabó de forma previsible: bronca para los locales, quienes sufrieron la segunda peor derrota en casa de la temporada, y euforia de la Real.
Con este resultado, el club vasco sumó 27 puntos, que lo ubican en la decimoprimera posición; por su parte, el Espanyol quedó con 22 y se encuentra en el decimoséptimo, a uno de la zona de descenso.