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El paraguayo Juan Ángel Napout y el hondureño Alfredo Hawit, ambos vicepresidentes de FIFA, fueron suspendidos hoy por 90 días de toda actividad relacionada con el fútbol a raíz de su detención en Suiza por sospechas de corrupción, anunció el ente rector.
La decisión fue tomada por la comisión de ética después de que la policía arrestara el jueves a Napout, presidente de la Conmebol (Confederación Sudamericana de Fútbol), y Hawit, su homólogo en la Concacaf (Confederación de Norte, Centroamérica y el Caribe de Fútbol), por petición de la Justicia de Estados Unidos, que los acusa de cobro de sobornos.
"El motivo de la suspensión, que se basa en el pedido de la cámara de investigación bajo presidencia de Cornel Borbely, es la imputación presentada ayer por el Departamento de Justicia de Estados Unidos por cargos de crimen organizado, conspiración y corrupción", señaló la comisión de ética.
Napout y Hawit fueron detenidos en el lujoso hotel Baur au Lac de Zúrich poco antes de la celebración de la reunión del comité ejecutivo de la FIFA, gremio del que eran miembros como máximos dirigentes de sus respectivas confederaciones.
Horas después, la fiscalía de Estados Unidos dio un nuevo golpe al anunciar que está investigando a 16 dirigentes y ex dirigentes de Centroamérica y Sudamérica, entre ellos los dos vicepresidentes de FIFA suspendidos.
Los nuevos acusados se unen a los 14 altos dirigentes y empresarios ligados al fútbol internacional que ya fueron imputados en mayo por la fiscalía de Estados Unidos.
Entre los detenidos entonces estaba Jeffrey Webb, presidente de la Concacaf, que ahora vuelve a quedarse descabezada.
El ente decidió entonces reformar su estructura. Hawit pasó a ser el presidente interino y se formó un comité especial para dirigir las actividades integrado por los presidentes de las federaciones de Canadá (Victor Montagliani), México (Justino Compeán) y Estados Unidos (Sunil Gulati).
En Conmebol, según los estatutos, debería asumir el puesto de líder el vicepresidente primero, el uruguayo Wilmar Valdez, uno de los pocos jefes de federación en Sudamérica que no está imputado.