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El joven Luis Rodolfo Mariscal López, quien falleció 79 días después de la golpiza que le propinaron dos jugadores del equipo Necaxa, fue despedido con aplausos, oraciones, música de banda y la bendición de sus padres, Teresa López y Rodolfo Mariscal, quienes dijeron que el perdón para los responsables “está en manos de Dios”.

En el templo de Nuestra Señora de Guadalupe, el sacerdote llamó a orar para que haya resignación en los padres por la exabrupta e inesperada pérdida de su hijo de 22 años de edad.

Al estudiante se le recordó en sus momentos alegres, plasmados en un marco fotográfico que se colocó en el recinto religioso a medio metro del féretro.

Familiares, amigos y sus compañeros del Instituto Tecnológico El Llano (ITEL) rodearon su ataúd de arreglos florales en la capilla San Miguel Arcángel de la funeraria Jardines Eternos 2000 de esta ciudad, a la que también acudieron vecinos de diversos rumbos para dar el pésame a los padres en demanda de justicia.

“Él no merecía estar ahí”, clamó un tío del joven frente al féretro color café.

Luis Rodolfo Mariscal, quien en diciembre se iba a graduar de ingeniero agrónomo, murió la tarde de este martes en el hospital Miguel Hidalgo, al que ingresó por primera vez la madrugada del 16 de agosto pasado con un traumatismo craneoencefálico derivado de la golpiza que le dieron los entonces jugadores del Necaxa, Luis Antonio Gorocito y Alejandro Molina, de la que nunca se recuperó.

A la misa de cuerpo presente, en la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, también acudieron vecinos de la zona centro, que en la explanada del templo reclamaron justicia y castigo para los jugadores del Necaxa.

“Teresa, debe hacerse justicia; Luis era un muchacho bueno, no puede ser que nuestros hijos no puedan salir a la calle”, dijo Martha González a la madre de Luis Rodolfo en las afueras de la parroquia. “Se lo dejo a Dios, se lo dejo a Dios”, respondió Teresa López con una expresión de dolor.

“Queremos justicia, justicia y más justicia, ¿qué está pasando en Aguascalientes?, delincuentes, ¿dónde está escondido ese gobierno?, mataron a un buen muchacho, gente buena, ya no queremos ver más padres angustiados, destrozados como estos, ¡ya no!, vamos a protestar”, se escuchaba.

Después de la homilía, una carroza trasladó el cuerpo de Luis Rodolfo al área de criptas de la funeraria, en donde sus padres, dos hermanas y su novia lo despidieron.

“Adiós mi hijo, te doy la bendición, te doy gracias por el tiempo que estuviste conmigo, te doy las gracias, fuiste un buen hijo, allá te veo en el cielo, Dios te bendiga, tú eres valiente, adiós mi hijo”, le dijo su madre con el féretro abierto. “¡Te amo!”, agregó su novia y le dio un beso en los labios. Un aplauso colectivo selló el ataúd que fue trasladado al área de cremación.

Luis Rodolfo fue sometido a nueve cirugías por presentar tres fracturas de cráneo por los golpes que le dieron los necaxistas en las afueras de un bar en la plaza Arcos, luego de que les pidió que respetaran a su prima.

La Fiscalía General de Justicia del estado informó que en 15 días se tendrán los resultados de los estudios forenses que se realizan para determinar científicamente las causas de la muerte del Luis Rodolfo Mariscal y en caso de estar vinculada con las lesiones que le ocasionaron los jugadores del Necaxa, ejercitar la acción penal en su contra por el delito de homicidio.

La representación social señaló que se realizan estudios especializados en histopatología que se tendrán en dos semanas.

Los deportistas se encuentran recluidos en el Penal para Varones de Aguascalientes acusados por el delito de lesiones dolosas calificadas, pero su situación legal podría cambiar con el resultado de la necropsia de ley.

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