Talca, Chile.— Será ante un coloso, pero los chicos de Mario Arteaga deberán demostrar que están hechos para las grandes ocasiones.
Llegó la hora de empezar a demostrar que tienen la percha para emular a aquellas históricas generaciones tricolores de Perú 2005 y México 2011.
Porque, salvo una catástrofe, la Selección Mexicana está clasificada a los octavos de final en la Copa del Mundo Sub-17 Chile 2015. Lo único que le resta es tratar de ubicarse de buena manera, en la ronda de los 16, y para eso necesita hoy un resultado positivo contra Alemania.
Sobre el césped del estadio Fiscal, los dirigidos por el ‘Califas’ intentarán cerrar una fase grupal en la que pasaron del júbilo a la decepción. Comenzaron con una incontestable victoria sobre Argentina (2-0) el domingo, pero el miércoles —cuando eran favoritos— sólo empataron con Australia (0-0).
El Tricolor suma cuatro unidades, para colocarse en el segundo sitio del Grupo C, por seis que tienen los germanos, quienes también están clasificados a la siguiente instancia, aunque requieren —al menos— la igualada para avanzar como punteros del sector.
Así es que lo único que queda es conocer el lugar en que se ubicarán las dos selecciones.
El cuadro mexicano deberá ganar para acabar como líder. Otro resultado lo mantendrá en el segundo puesto o bien quedaría en tercero y se colaría a octavos como uno de los mejores cuatro terceros puestos, debido a sus cuatro unidades, aunque eso significaría enfrentar un rival de mayor nivel en la siguiente ronda.
“Nosotros queremos sacar los tres puntos para estar tranquilos”, ataja el director técnico del representativo infantil. “Ahora, hay que buscar la clasificación ante Alemania”.
“La idea es clasificar en primer lugar y todavía se puede. Esperemos que ante los alemanes sea diferente [en comparación del trámite del partido contra los australianos], con una necesidad de los dos equipos de sacar el triunfo para que sea un futbol abierto y [buscaremos] tratar de hacer las cosas lo mejor posible”.
El empate contra Australia causó molestia en el plantel mexicano, ya que dominó en el primer lapso y en el segundo dio respiro al rival.
La buena impresión que dejó frente a la Albiceleste quedó en simple anécdota, lo que generó frustración en un equipo que realizó el viaje austral con el objetivo de dar a México su tercer título en la categoría y confirmarse como potencia.
Hace cuatro años fue monarca, como local, y en 2013 repitió como finalista, durante el evento realizado en Emiratos Árabes Unidos.
Alemania se impuso con autoridad en sus dos juegos y tanto australianos como argentinos sufrieron cuatro goles en contra, así es que la zaga mexicana deberá estar sumamente atenta.
Ha llegado la hora de que el actual grupo demuestre que cuenta con el temple necesario para refrendar las proezas escritas por dos generaciones que han consolidado al Tricolor como un rival a vencer en las Copas del Mundo Sub-17, sin importar el rival.